Garbiñe Muguruza regresa a unos cuartos de final de Grand Slam en el Australian Open 2020. Derrotó a Kiki Bertens, en sets corridos continuando a un nivel grandioso.
Sólida en su juego
“Esperaba un encuentro muy complicado ya que todas las veces que nos habíamos enfrentado había sido así”, expresó Garbiñe sobre su oponente de octavos en el Australian Open. “Es una jugadora muy sólida, físicamente es fuerte, y goza de un buen saque”. Conociendo a la oponente, la táctica funcionó. “Desde el inicio intenté ser agresiva, y vi que funcionaba. Por tanto, continué a ese ritmo”, explicó.
“Me siento muy bien al haber llegado hasta esta ronda. Sé lo que es jugar es llegar hace tres años a cuartos de final“, comentó la tenista española. “Tengo especial ilusión ya que es uno de los Grand Slam que algún día me gustaría ganar”, dijo tras el desenlace del duelo. “Me estoy sintiendo muy bien sobre la pista. Salgo muy concentrada desde el inicio, y cada vez me encuentro mejor ya que voy superando la enfermedad gripal con la que llegué al torneo”.
La ilusión de Muguruza
“La verdad que el Australian Open es uno de los torneos que más me motiva jugar a lo largo del año” comentó la pupilo de Conchita Martínez demostrando que su unión está siendo muy fiable en este comienzo de la temporada.
Su oponente en cuartos de final será Anastasia Pavlyuchenkova, la mujer que trabaja con Sam Sumyk, el entrenador que ha sido hasta hace pocos meses ha viajado junto a la española. Por tanto, el morbo está servido. “Hay que pensar la táctica con la que salir e intentar imponer mi juego. A partir de entonces, no hay mucho más que decir”, finalizó la tenista española después de saber que el miércoles deberá de saltar nuevamente a la pista en busca de su pase a las semifinales.