Roger Federer, considerado por jugadores y aficionados el mejor tenista de todos los tiempos, es el más veterano en ser número 1 ATP. El suizo posee en la actualidad muchos récords pero sigue brillando en el circuito a sus 39 años. Un 16 de febrero de 2018 volvía a escribir una página en la historia de este deporte al llegar al número uno del ranking como hombre más veterano en la Era Open tras superar a Agassi.
Llegar al número uno del ranking es una hazaña que solo unos pocos privilegiados pueden conseguir. En la última década esta posición de la clasificación ha copado el protagonismo de lo que es conocido como el ‘Big Four’, y se considera el mejor cuarteto de jugadores que ha dado este deporte: Roger Federer, Rafa Nadal, Novak Djokovic y Andy Murray. Lo que ocurre es el que el suizo ha tenido que transformarse para seguir estando en la élite y ganando títulos. De esta manera, el 16 de febrero de 2018 consiguió un nuevo hito en el ATP de Rotterdam, al ser el primer hombre en llegar a lo más alto del ranking con 36 años.
El hombre récord en el Nº1
En aquella ocasión, durante los cuartos de final, derrotó a Robin Haase, jugador local (4-6, 6-1, 6-1). Este triunfo le confirmaba como número uno el siguiente lunes, momento de la actualización del ranking. La última vez que ocupó esta privilegiada posición fue el 24 de junio de 2018. Con este breve reinado en 2018 aumentó sus semanas como Nº1 a 310, lo que hace el jugador con más semanas en esta posición. Lo que más llamó la atención de este 16 de febrero, es que años atrás muchos habían dado al suizo por retirado, ya que llevaba sin ser el mejor jugador desde el 4 de noviembre de 2012. En vez de rendirse, Roger luchó y cambió su estilo de juego para volver a reinar, algo que sorprendió a todos a una edad tan veterana en un deporte como el tenis. Y tanto ha luchado, que se ha convertido en el tenista más veterano en ser número 1 ATP.
La mágica primera vez
También la primera vez que siempre recordará fue en febrero. Justo en el Open de Australia, un 2 de febrero de 2004. A sus 22 años llegaba como número 2 al primer Grand Slam de la temporada muy cerca de Andy Roddick. Todos los resultados que necesitaba se fueron dando para llegar a la cima de la clasificación, tras conseguir su segundo título de Major, tras su primero en 2003 en Wimbledon.