La ATP recuerda en la `Historia de Roger Federer´ uno de los episodios más difíciles de su carrera. En 2016 una lesión no le permitió jugar muchos torneos y tras Wimbledon decidió frenar. Esta temporada fue la única que acabó sin ningún título. Después reapareció en 2017 con mucha fuerza para volver a fascinar con su juego.
Roger Federer sigue haciendo historia. Este 2019 es el jugador que más títulos ha levantado en todo el circuito ATP. Además el suizo está con 102 en el ranking de más títulos en toda la historia cada vez más cerca de superar a Jimmy Connors. Pero no todo fueron éxitos para el suizo, ya que 2016, fue su único año en el que no consiguió reinar en ningún torneo y realmente vio su carrera amenazada por la retirada. Por suerte pudo volver, reinventarse y seguir ganando títulos a pesar de los años.
En un apartado de la página oficial de la ATP algunos jugadores cuentan algunas de sus historias más interesantes. En este capítulo Roger Federer explicó uno de los peores momentos en su carrera deportiva en el que se vio cerca de la retirada. Como relata el ex número uno todo comenzó en el Open de Australia 2016. En esa edición llegó hasta las semifinales, ronda en la que perdió contra Djokovic. Al día siguiente mientras bañaba a una de sus hijas escuchó un ruido en su rodilla. Federer al llegar a su casa seguía con dolores y se realizó una resonancia magnética. Las resultados desvelaron que Roger se había roto el menisco y necesitaba de cirugía.
«No lo podía creer. Realmente me emocioné, especialmente después de la cirugía, mirándome el pie y comprendiendo que tal vez esta pierna o esta rodilla nunca serían lo mismo», dijo Federer. «Me agarré la cara y me dije: ‘Está bien, comenzaré a trabajar básicamente al día siguiente después de que regresé del hospital«.
La vuelta a la competición no fue nada sencilla y muchos auguraban una pronta retirada, porque ni los resultados ni el juego era el esperado. En Montecarlo y Roma los dolores continuaron, pero además se agravaron ya que la espalda también empezó a poner problemas en el estado físico del jugador de Basilea. Sobre hierba, su mejor superficie, en la que es el jugador en activo con más triunfos, su rodilla mejoró pero la espalda empeoraba. Tras perder en semifinales ante Raonic valoró con su equipo frenar en seco esa temporada. Al final no jugó ningún partido más en todo el año para intentar llegar en las mejores condiciones al año siguiente.
«Me di todo el tiempo que necesitaba también en la cancha de práctica para trabajar en mi juego nuevamente. Así que cuando volví en 2017, volví muy fuerte«. Llegó al Open de Australia como cabeza de serie Nº 17 aunque casi nadie apostaba por él. Después de casi cinco años volvió a saborear un título de Grand Slam, lista que en estos momentos lidera como el jugador que más veces ha levantado un título de esta categoría.
«Yo mismo no podía creerlo porque en realidad pensé que me iba a llevar al menos casi la mitad de una temporada para meterme a tono. Pero este cuento de hadas terminó muy bien al ganar el Abierto de Australia en mi regreso en una final contra Rafa, donde levanté un 1-3 en el quinto. El resto sabemos como siguió, lo doy vuelta y lo gano. Así que tal vez fue uno de los momentos más especiales en toda mi carrera de tenis» añadió Federer en su historia en la página oficial de la ATP.