La jugadoras australiana ha sido la gran protagonista de Roland Garros con el triunfo de su primer Grand Slam. Ashleigh Barty siempre tuvo un gran potencial para el tenis, pero sus inicios fueron complicados y llegó a dejar el tenis por el crícket. En la actualidad es la gran estrella de este 2019. ¿Dónde estará su cima?
¿Críquet o tenis?
Allá por 2011, una joven australiana de 15 años jugaba un torneo WTA en Australia. Cayó derrotada ante Mattek-Sands. Se trataba de Ashleigh Barty, y la federación australiana sabía lo que tenía. Una futura joya. En 2012, cayó en la final del playoff del Open de Australia. Hasta 2015, no destacó por nada, pero ese mismo año, decidió probar suerte en el crícket, ya que veía que en el tenis no le iba bien. Nada más lejos de la realidad.
Un retorno de ensueño
En 2016 volvió, en el puesto 623º del ranking WTA. Un año después, llegó a estar la 271º. En un solo año, ascendió hasta el puesto 17, con una final incluida en Birmingham, cayendo ante Petra Kvitova. Su gran saque, así como su potente revés cortado, y su gran derecha la hacen muy difícil de frenar. En dobles también es una gran jugadora, y con su habitual pareja hasta 2018, Casey Dellacqua, consiguió unos grandísimos resultados en 207, llegando a las finales de Singapur. Dellacqua fue la que convenció a Barty de regresar al circuito, ya que conocía de su calidad. Un absoluto acierto. Tras la retirada de esta, se juntó con CoCo Vandeweghe, con quien consiguió excelentes resultados, ganando el US Open en 2018. Tras la lesión de ésta, se juntó con Vika Azarenka, con quien está sacando unos resultados sobresalientes.
Un estilo de juego completo
Barty es una jugadora que se mueve muy bien de fondo, y su juego en la red es de los mejores del circuito, como se vio en Roland Garros, ya que prácticamente ganó todos los puntos que jugó en la red. Hace poco, dijo que tenía ganas de la hierba, donde ella siempre ha rendido muy bien, y que no quería seguir con la tierra. De todas formas en el Grand Slam de la arcilla ha demostrado que es capaz de jugar en esta superficie. Su gran derecha la hace tomar la iniciativa de los puntos, y allí ella es donde se siente cómoda, ya que puede atacar mucho con su derecha cruzada. Y sí hablamos de defender, lo hace con el slice, el cual lo usa muy bien, y hace de ese golpe un arma muy peligrosa a la hora de enfrentarse a ella.
El año pasado avisó ganando Zhuhai, y este Grand Slam es la confirmación de su gran año. Una nueva estrella australiana está en camino, y la capitana Alicia Molik está en buenas manos de cara a la final de la Copa Federación. Una nueva hornada australiana ha venido para quedarse. Ashleigh Barty es la líder de esta hornada, la cual busca confirmar su potente ascenso con el título de la Copa Federación. Australia tiene alegrías femeninas para rato.