La canadiense ha comenzado con un buen triunfo en el césped de Bad Homburg (6-3, 6-1) ante Trevisan. Andreescu ha ido de menos a más y ya está en los octavos de final.
Martina Trevisan, revelación de Roland Garros se medía frente a Biaanca Andreescu que ya venía rodada en Berlín, donde había dejado buena sensaciones antes rivales de entidad. Esta vez esperaba una jugadora que en este tipo de superficie no debía causarle a priori muchos problemas. No había ningún enfrentamiento previo entre ambas y una de ellas iba a estar en los octavos de final.
Andreescu empieza sólida
El duelo comenzó con ambas poco seguras con el servicio y es que tras dos roturas el marcador estaba empatado a uno. Desde ese momento fue Trevisan la que llevó la iniciativa en el marcador, aunque según pasaban los minutos se veía una Andreescu más dominadora desde el fondo de la pista. Tras el 3-3 la canadiense encadenó tres juegos consecutivos para llevarse la primera manga por 6-3 y estar más cerca del triunfo.
El nivel de Andreescu iba subiendo según pasaban los juegos, mientras que Trevisan no estaba nada cómoda y es que se notaba que era su primer partido en la gira césped y que además la hierba no es su mejor superficie. Un parcial de 4-0 a favor de Andreescu le ponía con el 40 dejándole muy de cara la victoria únicamente la jugadora transalpina pudo ganar un juego para maquillar de marcador y finalmente por 61 despedirse a las primeras de cambio en su primer torneo sobre césped.
En la próxima ronda se medirá ante la tenista británica Katie Swan, que llega desde la fase previa con mucha confianza y con ganas de seguir avanzando. Katie superó a la estadounidense Stephens en tres mangas en su debut en el cuadro final. Otra prueba y esta vez más exigente para una Andreescu que va a más y quiere llegar al cien por cien de confianza al tercer Grand Slam de la temporada.