Bianca Andreescu anunció que no trabajará más con su entrenador, y de esta forma se queda sin entrenador para 2023.
No corren buenos tiempos para Bianca Andreescu. La que fuera ganadora del US Open allá por el año 2019 no ha logrado recuperar el nivel que la llevó a coronarse como la ganadora del certamen estadounidense al derrotar a Serena Williams en la final de aquella edición, un torneo en donde demostró la calidad y el buen tenis que atesoraba a sus todavía 19 años, y a la que las lesiones y los problemas físicos han impedido rendir de forma continuada y a su mejor nivel tras su lesión en las WTA Finals de 2019.
Un repaso a los últimos años
La canadiense irrumpió en un 2019 mágico que la llevó de estar fuera del top 150 a situarse entre las 10 mejores del mundo en tan sólo nueve meses. Pero desde entonces los problemas físicos han sido una constante en una Andreescu que no ha podido recuperar esa electricidad y esa pegada en su juego que la llevó a ganar el US Open, y la poca continuidad en cuanto a ritmo de partidos vino traducido en una bajada en la ranking, por lo que Andreescu recurrió a un viejo conocido como es Sven Groeneveld para reconducir la situación.
El ex entrenador de María Sharapova fue el hombre elegido por Andreescu para intentar devolverla a lo más alto allá por la primavera de 2021, pero más de un año después la colaboración llega a su fin sin haber obtenido los resultados esperados por la jugadora canadiense. Tras su final en Miami allá por 2021, todo hacía presagiar un resurgimiento que nunca ha llegado. Su mejor resultado en 2022 fue la final de Bad-Homburg perdida ante Caroline García, y una tónica de inconsistencia en cuanto a resultados bastante alarmante para una jugadora del nivel de la canadiense. Veremos si por fin 2023 supone el resurgir de una jugadora que estaba llamada a marcar una época en el no muy lejano año 2019.