El tenista polaco tocó la gloria en Miami. Tras una gran final que solo tuvo batalla en la primera manga se coronó con el título más importante en su corta carrera como profesional. Hurkacz superó por la vía rápida a un Sinner que tras perder el primer set desapreció (7-6(4), 6-4).
Final inesperada la que tocaba en esta edición en lo era el primer Masters 1000 de la temporada. El Miami Open después de todas sus bajas y sorpresas tenía como protagonistas en la lucha por el trofeo a dos jóvenes. Por un lado el joven italiano Jannik Sinner que había roto registros tras plantarse en la final. En la otra Hurkacz, que ya se coronó campeón en Delray Beach esta temporada y que en el torneo había superado a rivales como Tsitsipas o Rublev. Nunca se habían visto las caras y ambos estaban ante un momento clave en sus carreras.
Un intenso primer set
Los nervios podían pasar factura por ambos lado. El polaco comenzó al servicio. Hurkacz empezó más conservador en su juego y Sinner era el que arriesgaba más. Después de ganar el primer juego Hubert se encontró con un 15-40 tras una doble falta del italiano. Un revés se fue ancho y Hurkacz empezó con break a su favor. Poco tardó en reaccionar el transalpino y es que a pesar de ser tres juegos igualados se acabó llevando tres consecutivos y puso el 3-3. Sinner alternaba errores no forzados con aciertos. Hurkacz sufría pero estaba cómodo jugando muy por detrás de la línea de fondo.
Pasaban los juegos y las fuerza se igualaban. Cada vez estaba mejor Sinner pero no lograba dar un golpe sobre la mesa. Hurkacz notó la presión en el undécimo juego y Sinner quebraba en un momento muy importante. Tras el cambio de lado Jannik sacaba para cerrar la primera manga. No pudo solventar el juego y al final se fueron al tie break. Otra vez volvieron a llegar los errores de Sinner que se despidió de un primer set que tuvo en sus manos.
Hurkacz toca la gloria
Mal empezaron las cosas para el italiano. A las primeras de cambio cedió su servicio y Hurkacz tomaba la delantera tras la confirmación con su saque. Hurkacz estaba más agresivo y la bola le estaba corriendo. En pocos minutos y con una nueva rotura el marcador ondeaba el 4-0. Todo parecía destinado a finalizar en pocos minutos. Incluso el polaco llegó a tener bola de 5-0. Sinner lo salvó y con el 4-1 tenía todavía esperanza en el partido.
Entonces llegó el break y ponía el 4-2. Juego en blanco para Sinner y Hurkacz necesitaba volver a tener esa paciencia que había demostrado durante todo el partido. Sufrió y mucho el polaco que se notaba más tenso sabiendo que estaba cerca de sumar el título más importante de su carrera. Sinner hacía los deberes y ponía el 5-4. Toda la presión recaía en los brazos del polaco que tenía en sus manos el servicio para coronarse campeón en Miami. Con el 30-0 estaba a dos puntos, pero Sinner remó y puso el 30-30. Después un fallo de Sinner y ya tenía el polaco la bola de partido tan esperada. La bola se fue ancha tras un largo intercambio y Hurkacz hacía historia para su país.