Serena Williams no encuentra su nivel tras el regreso a la actividad y sumó una nueva frustración. Sacó para partido pero terminó cayendo ante Maria Sakkari y siembra un mar de dudas respecto al US Open.
Tuvo sus chances de partido
Desde la vuelta al circuito hace dos semanas en Lexington Serena no logra levantar cabeza. Jugó cinco partidos y en ninguno de ellos se vio superior, hoy no fue excepción.
La menor de las Williams comenzó tomando la ventaja en la primera manga y llegó a sacar para set pero Sakkari hizo fuerza logrando el quiebre. Finalmente en el duodécimo game Serena volvió a romper el servicio de la griega y se llevó el primer set por 7-5.
Las sensaciones no eran buenas pero el partido marchaba sobre ruedas aunque Maria Sakkari rompía el servicio de Serena en el primer juego del segundo set. La estadounidense logró reponerse asestando dos quiebres seguidos y ponerse 5-3 con saque para cerrar el partido.
Los fantasmas y las dudas volvieron a aparecer. La griega volvió a hacerse fuerte en los momentos decisivos y quebró para seguir con vida en el encuentro. El set se decidió en tiebreak donde nuevamente Serena llevó la ventaja y sobre el final Sakkari logró imponerse para llevar el partido al tercero.
Sakkari impuso su jerarquía en el tercer set
En los últimos tiempos cuando los partidos se hacen físicos y largos Serena da mucha ventaja, algo que ante una jugadora joven y fuerte como Maria Sakkari se termina pagando con la derrota. Y así fue.
La griega se adueñó de los dos primeros turnos de servicio y rápidamente Serena había pasado de sacar para partido a sacar 0-5. En aquel juego la estadounidense llegó a salvar SIETE puntos para partido y se aferraba con uñas y dientes sobre la Grandstand de la Billie Jean King National Tennis Center.
Lastimosamente para Williams aquella hazaña solo sería anecdótica por que en su octavo punto de partido sellaba uno de los mejores triunfos de su carrera (5-7, 7-6(5), 6-1) para meterse por segundo año consecutivo en cuartos de final de Cincinnati. Su rival será Johanna Konta, a quien venció en tan solo una de las cuatro veces que se enfrentaron.
En cuanto a Serena son muchas las dudas que siembra esta derrota porque no pierde por bajo rendimiento (que lo tiene por supuesto) sino que es en el aspecto mental donde hoy están las fallas. Ese aspecto mental que la llevó a ser la leyenda que es. Considerando todas las bajas que habrá este año en el US Open (6 top10 ausentes) y su nivel que cada vez, a sus casi 39 años, va disminuyendo esta oportunidad parece la última que puede tener en la busca de alcanzar el récord de 24 títulos de Grand Slam de Margaret Court. Un milagro deberá obrar junto a Patrick Mouratoglou para ser la campeona en dos semanas.