Australia y Francia medirán sus fuerzas en Perth para vestir a la próxima campeona de la Fed Cup. Las locales son favoritas con Barty en sus filas. Las francesas sin presión se encomiendan a la dupla Mladenovic/Garcia que tantas alegrías ha dado al país galo.
El RAC Arena de Perth será testigo de una gran final de la Fed Cup que pondrá punto y final a la temporada 2019. Australia jugará en casa, con un público entregado y en manos de una Ashleigh Barty que llega con la moral por las nubes después de convertirse en Maestra en las WTA Finals de Shenzhen. En frente la Francia de la afamada dupla García y Mladenovic que quieren seguir haciendo historia para el país galo.
A priori se espera una final igualado con Barty como la jugadora que pueda marcar diferencias. Como era de esperar disputará todos los duelos, es decir, sus dos de individuales y en caso de que hiciera falta el punto definitivo del dobles. La actual número uno del ranking femenino tiene en mente conseguir el ansiado trofeo para los aussies. A pesar de que siempre ha tenido grandes jugadores y jugadores en el circuito, la Fed Cup no está en manos de un combinado australiano desde 1974. Esos años son los inolvidables para el tenis australiano femenino con nombres como Court o Goolagong que sumaron 7 trofeos entre 1964 y 1974.
Orden de los partidos
👀 The official draw for the 2019 #FedCupFinal
🇦🇺🆚🇫🇷 #FedCup #AUSFRA pic.twitter.com/aBXdOIgzNi
— Fed Cup (@FedCup) November 8, 2019
Ashleigh contra el mundo
Basty de por sí ya es una jugadora difícil de vencer, pero en la Fed Cup aún más. Son 19 partidos los que la avalan con un registro de 17 triunfos y sólo 2 derrotas. Este año nuevamente ha sido clave para que Australia pueda estar cerca del sueño y de volver a levantar un trofeo de este nivel. Ya están elegidas las protagonistas que pueden pasar a la historia, aunque la gran heroína siempre será Barty después de llevar en volandas a su selección desde los cuartos de final de esta histórica competición.
Mladenovic y García la gran esperanza
Estas dos jugadores hace apenas dos años eran uña y carne. Jugaban el circuito femenino de dobles juntas y su relación era maravillosa. De repente todo explotó y ambas separaron sus caminos y lo que es peor su relación se estancó en seco. Benneteau ha podido poner la calma entre ambas jugadoras que poco a poco vuelven a reconciliarse, aunque no jueguen juntas durante el año. Al final esto es un beneficio para Francia que volverá a tener a una experimentada pareja de dobles en caso de que sea necesario. Con la presión para las australianas ambas galas pueden ser muy peligrosas y amenazar a las locales que llevarse otro nuevo título de la Fed Cup.