El tenista británico superó al georgiano Nikoloz Basilashvili en tres ajustadas mangas (3-6, 6-4, 6-1) para finalmente cumplir el sueño de ser campeón del Masters 1000 de Indian Wells. Norrie cierra una performance perfecta ganando su segundo título ATP.
Llegaba la esperada final en el desierto californiano, con la definición más sorpresiva de los últimos años, entre dos grandes sorpresas del torneo. Cameron Norrie venía de un recorrido enfrentando a todos rivales complicados, destacando su duelo ante Roberto Bautista en tercera ronda, y la paliza absoluta ante Diego Schwartzman en los cuartos de final, donde apenas cedió dos juegos. En semifinales se cargó al búlgaro Grigor Dimitrov para ganar su lugar en este partido.
Por su lado, Nikoloz Basilashvili también llegaba sorprendiendo pero a paso firme, cediendo sólo dos sets en su camino a la final. En cuartos dio uno de los grandes batacazos del certamen al dejar en el camino a Stefanos Tsitsipas en tres mangas, para posteriormente superar al local Taylor Fritz en sets corridos.
Entre ambos apenas había un enfrentamiento previo, con Norrie liderando el historial por 1-0. El duelo tuvo lugar este año, en la primera ronda del ATP de Rotterdam, donde el británico ganó por 6-0 y 6-3.
Remontada y título para Norrie
El partido comenzó favorable al británico, que parecía tener mejores armas como contrapartida a los imprecisos tiros de su rival. Norrie inició break arriba, llegando a ponerse 3-1. Pero todo empezaría a cambiar rápidamente. Basilashvili pasó a arriesgar más desde la devolución con salidas profundas, para siempre intentar tomar la iniciativa al ataque. Así el georgiano no sólo recuperó la rotura, sino que concretó un segundo para llevarse el primer set por 6-3.
Norrie parecía ser quien más estaba sintiendo nerviosismo por el contexto del partido, y eso influía en el juego. El británico se dedicaba a poner en juego la pelota, pero sin poder superar a su rival en velocidad ni generarse los espacios que siempre necesita para atacar. Eso marcaría una rápida tendencia favorable para Nikoloz, que ahora estaba set y quiebre arriba. Sin embargo, un inesperado game errático del georgiano, le devolvería la igualdad al parcial. El quiebre estaba al caer, pero podía ser para cualquiera. Recuperando la versión del comienzo, Cameron encontró esa ansiada rotura para llevarse el set por 6-4. Todo se definiría en el tercero.
Las cosas se tornaban completamente igualadas de cara al tercer parcial, con muchas ganas de ganar pero también demostrando el miedo a perder. Norrie ya estaba con una movilidad habitual, encontrando mejores sensaciones. Por su parte, Basilashvili parecía quedarse sin resto, y por eso arriesgaba más con sus tiros. El británico concretó el primer quiebre del set, sacando una corta pero importante ventaja. Basilashvili tendría un triple break point en el 0-2, pero que no pudo capitalizar, dando un golpe a su confianza. Todo se desarrollaba a pedir de Cameron, y más aún con otro quiebre para ponerse 5-1. Norrie no dudó en el momento más importante de su carrera, y selló la victoria con un aplastante 6-1 final.
