El balear estará en Acapulco para intentar lograr el tercer antorchado de la temporada. Nadal está feliz por seguir compitiendo y continuar sin dolores físicos que le impidan rendir al máximo nivel. También habló sobre Djokovic y la vacuna.
Rafael Nadal continúa con su gira de torneos en 2022. Tras el gran éxito en Australia con dos títulos le llega el turno de probar suerte en el ATP Acapulco. El pupilo de Moyá habló sobre las sensaciones de los últimos y ha confirmado que está con muchas ganas de volver a competir. También volvió a tratar el tema de Djokovic y sus últimas palabras sobre la vacuna y que según Nadal podrían hacer cambiar su historia. Rafa explicó que a pesar de romper ese empate con Federer y Djokovic en el palmarés de Grand Slam todo continúa igual.
Con ganas de competir
“La expectativa es jugar. Vengo por dos motivos muy simples y fáciles de entender. Por un lado, he jugado muy poco durante dos años y me apetece. Y por el otro, después de Australia tenía que analizar como respondería mi cuerpo, siempre he tenido un bajón después de los Grand Slams y no lo noté al comienzo, si más tarde. Pero a nivel de dolores el cuerpo me estaba respondiendo relativamente bien, y eso me llevo a tomar la decisión de venir. Estoy feliz de jugar, de seguir compitiendo más allá de los resultados tras un comienzo de año infinitamente mejor que lo que jamás hubiera podido imaginar. El cuadro es muy difícil, pero tengo ilusión mi expectativa es competir bien e intentar dar mi máximo y disfrutar“.
Djokovic y su vacuna
“Afectará a su historia si puede jugar o no. Le afectará a él. No sé si a los Grand Slams. Cada cuál toma sus propias decisiones y tiene que convivir con ellas. Ojalá que la pandemia termine y deje de haber muertos en el mundo. Que se termine este horror y que todo el mundo pueda jugar se vacune o no. Es algo pequeño al lado de lo que está ocurriendo de manera global por la peor pandemia que se recuerda en muchísimos años“.
La vida sigue igual tras el 21 título de Grand Slam
“No ha cambiado nada, de 20 a 21 el tanto por ciento no es muy grande. Lo que ha cambiado es que estoy pudiendo jugar al tenis. Lo que ocurrió en Australia fue totalmente inesperado, aunque poco a poco me fui encontrando mejor. No tengo 20 años, sino 35, y hay una experiencia detrás de éxito y de malos momentos, por eso encara uno estas cosas de una manera más pausada y tranquila. Lo que pasó en Melbourne lo valoro como un éxito personal, más allá de que fuere el 21º título, por todo lo que había ocurrido antes y el esfuerzo que supuso“.