El escocés ha vuelto a ganar otro duelo en Sídney y luchará por el título. Murray remontó a Opelka (6-7(6), 6-4, 6-4) y fue de menos a más en otro buen partido del británico. En la lucha por el trofeo espera Evans o Karatsev.
Andy Murray estaba de nuevo en unas semifinales ATP. El británico había logrado llegar hasta la penúltima ronda tras remontar a Basilashvili y la retirada de Goffin. En el otro lado estaba Opelka, que venía de ganar a Thompson y Nakashima. Era el primer enfrentamiento entre ambos y Andy no lo iba a tener nada sencillo ante uno de los mejores sacadores del circuito. La concentración de Andy es cada punto y sobre todo con el servicio debía ser máxima para no dar ni un ápice de ventaja al estadounidense.
Murray y otra remontada
Como se esperaba fue un partido igualado. Los servicios se imponían por cada lado. Opelka demostró por qué es uno de los mejores sacadores de la actualidad, ya no solo por su potencia, sino también por su colocación. El estadounidense sufrió en algún turno de servicio, pero no llegó a conocer una bola de break a su rival. Murray por su parte, variando alturas y velocidad a la bola tampoco tuvo muchos problemas para ir ganando sus servicios. Finalmente como es habitual en los partidos de Opelka se fueron al tie break. Reilly se marchó hasta el 5-1 pero Murray reaccionó. De repente ponía las tablas, aunque era su rival el que llegaba primero a tener bola de set. A la primera no, pero a la segunda cerraba el primer parcial.
Andy volvió a demostrar por qué es uno de los tenistas más inteligentes en el circuito masculino. Empezó a encontrar la fórmula para frenar a u Opelka que también estaba menos efectivo con su servicio. En el tercer juego se encontró con un break que le daba mucha tranquilidad en el marcador. Llegó a tener más opciones para ampliar el marcador pero no pudo conseguirlo. Al resto también llegó la opción de poner fin al segundo parcial, pero Opelka se salvó de nuevo. En cambio Murray muy tranquilo y en blanco ganó su servicio para llevar el partido a la tercera manga.
Murray iba a más y cada vez sufría menos con el servicio de Opelka. El estadounidense estaba al límite ye s que necesitaba salvar dos bolas de break al resto para iniciar la tercera manga. Lo consiguió y se ponía en el marcador. Murray no podía dejar pasar este tipo de oportunidades y menos teniendo el turno de servicio en segundo lugar. Opelka se seguía salvando y todo parecía indicar que se iban a ir nuevamente al tie break. Llegaban a los juegos decisivos y la presión hacía mella en el estadounidense. Murray se encontró en el noveno juego con un 15-40, eran casi dos bolas de partido. A la primera llegó la rotura y con su servicio clasificó a la final tras otra gran remontada.