El tenista ruso superó al francés Pierre-Hugues Herbert en tres parciales (6-4, 6-7(4), 6-4) y se quedó con el trofeo del ATP 250 de Marsella. El finalista del Australian Open, aseguró su décimo título ATP, para estrenar de la mejor manera su nueva condición de No.2 del mundo.
Daniil Medvedev era el máximo favorito a salir con el título en el ATP Marsella. El ruso llego hasta la gran final sin pasar ningún apuro y sacando su mejor versión. Quería resarcirse de esa derrota en Rotterdam a las primeras de cambio ante Lajovic. En la localidad francesa no tuvo problemas para superar a Gerasimov, Sinner y Ebden. Al otro lado esperaba una de las revelaciones del torneo, el local Herbert. El galo estaba en su primera final y quería lograr su primer trofeo en singles un su país.
En gran favorito era Medvedev. El pupilo de Gilles Cervara había demostrado un gran nivel durante toda la semana y llegaba a la lucha por el trofeo como claro candidato a suceder a Tsitsipas en el palmarés. En frente la ambición de u jugador que quizás podía estar algo nervioso por disputar la primera final. El francés, un jugador de saque y volvea iba a intentar impedir a Daniil volver a ganar otro trofeo ATP.
Medvedev prevalece en un ajustado partido
El duelo comenzó igualado. Ninguno estaba cómodo al servicio y es que ambos estaban casi más cómodos al resto. Entre el quinto y el séptimo juego se vieron tres roturas consecutivas, en las que salió ganando Medvedev. Con una rotura más a su favor tomaba las riendas y encarrilaba el primer set. Herbert siguió luchando y peleando cada bola pero al final su rival pudo poner el 6-4 en la primera manga.
Estaba claro que Herbert no se iba a rendir y es que en su larga carrera no había tenido ni una oportunidad de jugar una final en singles por lo que estaba ante un momento único. En la segunda hubo alternativas para ambos al resto. Ninguno acaba de imponer su dominio. El galo tuvo tres opciones de break pero Medvedev salvó todas ellas. El deselnace de la segunda manga acabó en el tie break confirmando lo igualado que estaba el partido. Tras un gran punto del tenista local llegó el 6-4 a su favor que significaba la bola de set. Medvedev estrelló un revés en la red y la final se iba al set definitivo.
La tendencia de todo el partido no haría excepciones en el set definitorio, y otra vez la paridad por el buen nivel de ambos al saque, se mantendría a lo largo de toda la manga. De hecho no habían aparecido oportunidades de quiebre, definiendo los juegos relativamente rápido. Pero cuando Herbert se disponía a sacar para igualar la historia 5-5, el ruso salió a buscar el triunfo, y lo terminaría consiguiendo con un 6-4 final. Medvedev logró llevarse la victoria y el título luego de dos horas y 15 minutos de partido.