La tenista checa se llevó el título en su primera final de Grand Slam. Barbora Krejcikova sometió a Anastasia Pavlyuchenkova por 6-1, 2-6, 6-4 en la pista Philippe Chatrier de Roland Garros.
Llegaba un instante único para las dos tenistas que venían de realizar unas dos semanas a un nivel sublime. La checa además, sabía lo que era ganar durante la semana previa en Estrasburgo. A esta final, llegó sin embargo con alguna que otra duda donde dos dobles faltas le obligaron a tener que ceder su primer golpe.

Krejcikova domina
Pese a ese instante, Krejcikova no iba a tardar en entrar en el partido y logró ser muy superior llevándose los seis juegos de manera consecutiva sin dejar que Anastasia se llevara un juego al servicio. En 32 minutos, la checa ya se encontraba por delante, teniendo una marcha más en sus golpes. Pavlyuchenkova, por su parte, tuvo que estar corriendo durante muchos momentos y no estuvo cómoda en ningún momento además de querer jugarse muchos puntos desde posiciones no muy buenas.
Reacción de la rusa
Tras levantar bola de break en el juego de inicio de la segunda manga, la rusa logró sacar adelante su primer turno al servicio y le sirvió para soltarse. Logró dar un paso adelante en el fondo de cancha y ser bastante más poderosa con su derecha. Obligó a Barbora tener que estar defendiendo más u optando por golpes más cortados. Ese despertar de Pavlyuchenkova le llevó a situarse con 0-3.
La diferencia ascendió hasta situarse con 5-1 aunque en ese instante su primer golpe no funcionó al igual que a lo largo del set para perderlo por vez primera. Sin embargo, después de recibir la atención del fisio en la zona del aductor, Anastasia regresó para quebrar y poder llevarse el parcial para así poner la igualdad y esperar al último asalto para conocer a una nueva ganadora de Grand Slam.
Los momentos de mayor tensión
La checa tardó cerca de 10 minutos su viaje a vestuarios aunque aquello no desesperó a la rusa que continuaba con la misma tónica. Se estaba palpando la tensión en el ambiente y en el octavo juego, recuperando esas sensaciones del primer parcial, Krejcikova logró meterse mucho más en cancha y acechó al resto para colocarse por delante tras un juego en blanco.
No ocurrió como en los primeros compases de la manga y no llegó el contrabreak. Seguidamente, la cabeza de serie No.31 tuvo que afrontar dos bolas de partido que las salvó de manera adecuada sin perder su acción. Con lo cual, se fue al banco sabiendo que tenía que romper el saque de Barbora si quería continuar en liza durante esta final. Sin embargo, presentándose un 40-15, a la segunda bola de partido, Krejcikova fue capaz de levantar los brazos para celebrar el título. Es la segunda jugadora checa tras Hana Mandilkova en ganar Roland Garros.