El 17 de marzo de 2019, es decir justamente hace un año, Dominic Thiem reivindicó su potencial también sobre pista dura alzándose con su primer Masters 1000.
Thiem llama a la puerta también sobre pista dura
El austriaco era considerado un jugador muy peligroso sobre tierra batida. Se le ha considerado como el sucesor de Rafa Nadal a la hora de ganar Roland Garros. Sin embargo, el 17 de marzo de 2019, Dominic Thiem mostró la capacidad y el cambio de táctica a la hora de jugar sobre pista dura. Consiguió ganar su primer Masters 1000, y único hasta el momento en Indian Wells al derrotar a Roger Federer (3-6, 6-3, 7-5) en la final durante dos horas y cinco minutos.
Se venía generando la duda y el debate de que si el austriaco, ya siendo Top-10 podría llegar a codearse con la élite en los torneos sobre superficie dura. Sin embargo, Dominic puso su voz en alza y logró acallar a muchos ‘expertos’ que conspiraban en su contra. Cambió su táctica y en vez de jugar lejano a la pista de fondo como lo hace perfectamente sobre tierra, liftando la bola y con muchos intercambios, optó por ser más agresivo, entrar dentro de pista y lograr ser más ofensivo.
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El pasado año en Indian Wells se palpó ese estilo de juego durante todo el torneo dejando en la cuneta a Jordan Thompson, Gilles Simon, Ivo Karlovic, y Milos Raonic. La mano de su entrenador, Nicolas Massu comenzaba a palparse, y el llamado tenista polifacético estaba cada vez más cerca de Dominic. Pese a comenzar perdiendo la final ante el helvético consiguió sobreponerse con su buena actitud psicológica para finalizar sorprendiendo a muchos. Quizá hasta a él mismo, ya que muchas veces las opiniones desde fuera, sin querer, nos afectan.
Su mejora es indiscutible
Ese paso adelante sobre la pista dura se conoció también en la llegada a la final de las ATP Finals de Londres donde ganó a Federer, Djokovic y Zverev para después sucumbir en la final ante Stefanos Tsitsipas en el Tie-Break del tercer set. Más cercano aún podemos presenciar su paso en el Open de Australia donde estuvo cerca de alzar su primer ‘major’.