Grigor Dimitrov superó a Denis Shapovalov (6-3, 7-6(3)). El búlgaro triunfó en el partido estrella de la primera jornada. Shapovalov no encuentra el camino este 2020 después de comenzar a gran nivel en la ATP Cup. Dimitrov se enfrentará al ganador del Aliassime contra Struff.
La primera jornada del ATP Rotterdam tuvo un partido estrella al que todos los focos miraban. Dimitrov y Shapovalov dos grandes jugadores que no encontraban grandes resultados esta temporada. Ambos tenían la necesidad del triunfo pero solo uno de ellos lo podía conseguir. El duelo comenzó con los dos tenistas poco seguros en el servicio a pesar de que es uno de sus mejores golpes. Dimitrov en su primer turno de servicio concedió dos bolas de break aunque para su suerte pudo solventar la situación. Luego fue Shapovalov el que concedió tres al europeo y esta vez sí consiguió el premio.
Según pasaban los juegos Dimitrov se empezaba a sentir más cómodo con el servicio. Así empezaba a verse más cerca de ganar la primera manga. A excepción de esas dos opciones de rotura del primer juego no volvió a dejar ninguna más para sellar la primera manga en 38 minutos de partido.
Dimitrov confirma el triunfo
Shapovalov debía subir la intensidad y cometer menos errores para buscar la remontada. Comenzar mandando con el servicio le hacía jugar más relajado al resto. Dimitrov pudo administrar bien la presión en los primeros juegos para llevar el marcador igualado. El canadiense se animaba a sí mismo en busca de esa oportunidad que le diera la ventaja definitiva para llevarse el segundo parcial. El momento llegó, en el décimo juego con Shapovalov al resto sabiendo que era el momento de apretar. De repente un 30-40 ponía la bola de set para Denis que veía como no podía conseguir el punto que hubiera llevado el duelo al tercer set.
Este fue un punto de inflexión en el partido. Quizás el momento que hubiera cambiado el devenir del encuentro pero Dimitrov lo sacó adelante. Luego los dos mantuvieron sus respectivos servicios para llevar el segundo set al tie break. Ninguno estuvo sólido al servicio, pero Dimitrov siempre fue el que llevó la iniciativa y al final con un 7-3 cerraba el triunfo ante un gran rival como Shapovalov que no pasa por un buen momento de forma.