El búlgaro no tuvo problemas para superar el duelo de la segunda ronda en el que ganó por la vía rápida alm lcao Alex Bolt (7-6(1), 6-1, 6-2). Dimitrov gana confianza con el triunfo y se medirá a Carreño por un puesto en los octavos de final.
Grigor Dimitrov tenía un debut de o más comprometidos en primera ronda. Se iba a enfrentar al ex campeón de Grand Slam, Marin Cilic. En cambio el duelo no fue como se esperaba y es que el croata se mostró muy débil, con muchos errores y muy parado de piernas. En segunda ronda esperaba a priori un rival más asequible, el local Alex Bolt. En cambio estar en casa y ante su público siempre hace que los tenistas aussies sean peligrosos.
Triunfo sin desgaste
El partido comenzó con igualdad en la pista. Los servicios se empezaban a imponer sobre sobre los resto. No había alternativas y Bolt aguanta pegado en el marcador a su rival, que a priori era bastante favorito. Las primeras opciones de quiebre llegaron al final del set, además por ambos lados pero ninguno logró el ansiado premio. La primera se acabó decidiendo en el tie break. La mayor experiencia de Dimitrov le hizo llevarse el primer set y ganar confianza de cara al segundo parcial.
El búlgaro puso la sexta y es que desde que ganó el primer parcial el claro dominador fue Grigor. Tras 26 minutos de partido el europeo se llevaba la segunda manga por un contundente 6-2 demostrando que está a un gran nivel. Dimitrov no bajó el ritmo y siguió ganando juegos uno tras otro. Bolt intentaba animarse entre al apoyo de su público y familiares. El australiano estaba desesperado y el 4-0 hacía indicar que quedaba poco partido. Bolt libró el rosco y maquilló el resultado pero se despidió ante su público.