Crónicas

Colombia quedó al borde del descenso en la Copa Davis

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Nicolás Mejía, durante una serie de Copa Davis. | Foto: Ion Alcoba - Kosmos Tennis

La Selección de Colombia cayó por 2-0 ante Luxemburgo y quedó a una derrota de descender al Grupo Mundial II de la Copa Davis.

Resultados Copa Davis 2024

Colombia, en necesidad de un milagro

Colombia, que en 2021 jugó las Finales, y Luxemburgo se medían en el Club Bellavista Colsubsidio, de Bogotá, por el Grupo Mundial I de la Copa Davis. Según el sorteo, Nicolás Mejía abría la serie ante Chris Rodesch. A continuación, tras veinte minutos, Adria Soriano Barrena disputaba el segundo singles frente a Alex Knaff.

Mejía se ve sorprendido

Pese a su favoritismo, por lo menos desde el ranking, Mejía no comenzó de la mejor manera. Rodesch, suelto y sin presión, se quedó con su turno servicio y quebró en el siguiente juego, luego de conectar varios winners. Si bien el colombiano intentó reaccionar, el luxemburgués logró escapar y estirar la diferencia. Recién en el cuarto game, Mejía pudo romper el cero y generar un poco de daño. Ante eso, su rival cometió errores y, cuando servía para el set, cedió su saque. Desde ahí, no se sacaron diferencia y forzaron un tie-break. Sorprendentemente, Rodesch aceleró de entrada, se mantuvo y lo ganó por 7-6(7-3).

Con ese envión, el luxemburgués inició la segunda manga de una forma soñada. Golpeó nuevamente en el arranque y confirmó con su servicio. De a poco, a su ritmo, llevó el partido y se encargó de estirar los números con su repertorio. Mejía, perdido en la pista, no logró dar vuelta la situación y perdió por 7-6, 6-3.

Soriano lucha, pero no es suficiente

Al igual que su compatriota, Soriano tuvo un inicio adverso. Entregó su servicio y no pudo hacer nada para recular. Cometió errores, no estuvo preciso y, cuando creó chances, no logró concretarlas. Siendo correcto y sin sobresalir, Knaff se llevó el set por 6-4.

En tanto, durante el segundo, el colombiano mostró una clara mejoría. Incomodó a su rival, lo movió de lado a lado y, con el calor de la gente, fue en busca del partido. Con dos quiebres, selló el 6-2 y obligó a jugarse un parcial decisivo. Allí, ambos fueron inconsistentes, cediendo fácilmente sus turnos y cometiendo decenas de errores. A pesar de eso, el luxemburgués se las ingenió, tomó riesgo y lo cerró, en cero, por 6-4, 2-6 y 6-4.

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