El italiano Matteo Berrettini sigue cosechando grandes resultados en el ATP de Gstaad. El tenista romano sacó a relucir su potencial para doblegar al griego Stefanos Tsitsipas en las semifinales del torneo sueco. En la final lo espera el francés Halys.
Berrettini ruge en las instalaciones de Gstaad
Todas las miradas estaban puestas en la segunda semifinal del ATP 250 de Gstaad, donde chocaban dos pesos pesados del tenis. El griego Stefanos Tsitsipas (12°) ponía a prueba su tenis contra el italiano Matteo Berrettini (82°), a quien venció en todas las veces que se cruzaron. El primer preclasificado, Tsitsipas, quería volver a una definición después de aquella que perdió en Barcelona contra el noruego Casper Ruud. Por su parte, Berrettini disputó la final de Stuttgart hace un mes, torneo que se juega sobre césped. El griego, campeón en Monte Carlo, derrotó a Fognini en la ronda anterior con parciales de 6-4 y 6-3. El italiano, campeón en Marrakech, se quitó del sendero al canadiense Auger-Aliassime por doble 7-6.
El italiano golpeó en el desempate
Los dos jugadores comenzaron muy consistentes con el servicio, los primeros juegos fueron veloces, sin muchos intercambios. Luego de cuatro games contundentes y rápidos, Berrettini se metió en el desarrollo del duelo empezando a tomar protagonismo. En el séptimo juego, el italiano soltó sus herramientas para forzar el tenis de Tsitsipas, generó una ocasión de quiebre, pero no la pudo concretar. A medida que transcurrían los puntos, Berrettini se desenvolvía cada vez más, imponiendo la velocidad de sus tiros. El jugador romano fabricó una nueva chance de ruptura en el noveno game, aunque el griego supo convivir con la situación. Sin más detalles en el partido, los tenistas se adentraron en un arduo desempate. El italiano logró equilibrar el servicio junto con su gran tenis y cerró el primer set en el tiebreak.
Matteo jugó sin fisuras y se metió en la final
El segundo parcial recorrió el mismo camino, donde los tenistas mantuvieron los turnos de saque a lo largo de todo el set. Berrettini ganaba más puntos con el primer servicio, aprovechaba bien la segunda o tercera pelota, intentando dominar los puntos con sus tiros. En cambio, Tsitsipas tenía que trabajar más desde el fondo para tomar las riendas del encuentro, le generaba incomodidad los slices de su rival. La mayoría de los juegos se desarrollaban de la misma manera, se jugaban entre seis y siete puntos continuamente. Al igual que en la manga principal, la contienda tomó un rumbo más extenso, los jugadores extendieron los dígitos. Posteriormente, en el duodécimo game, Berrettini fue quien se apoderó de los hilos del juego, presionó con su velocidad y se adueñó del triunfo con un 7-5 final.