El argentino ha caído en el debut de Hamburgo. Báez fue de menos a más pero acabó cediendo en el tie break de la tercera manga (1-6, 6-4, 6-7(6)).
Sebastián Báez, uno de los jugadores que más había crecido esta temporada y que venía de hacer final en Bastad, debutaba en Hamburgo frente a Krajinovic. El serbio no había disputado ningún partido desde Wimbledon y a priori el favorito era Báez.
Báez no puede con Krajinovic
En la primera manga no salía el argentino inspirado y es que con el servicio no estaba nada cómodo y era su rival el que dominaba en la mayoría de intercambios. Sebastián Báez estaba cometiendo más errores no forzados de los habituales y regalando muchos puntos a su contrincante. De esta manera el serbio se marchaba rápidamente hasta el 5-1. Por si fuera poco al resto se encontró con un 15-40 que le daban dos bolas de set. A la primera opción sellaba una primera manga en la que había sido muy superior aunque todavía le quedaba margen para poder reaccionar a Sebastián Báez.
El argentino salió más decisivo al segundo parcial. Rápidamente se escapaba hasta el 2-0, aunque Krajinovic le devolvía el parcial y ponía las tablas. Las buenas noticias para el argentino es que poco a poco estaba más cómodo con sus golpes y ese tenis empezó a hacerse notar en la pista, ya que volvía a tomar las riendas con el 4-2. Desde ese momento hubo mucha igualdad y el argentino dispuso de tres bolas de set al resto en el noveno juego, pero no aprovechó ninguna. Finalmente con su servicio ganando el décimo juego en blanco forzaba el parcial definitivo.
Báez iba más y cada vez parecía ser más claro el dueño en los intercambios. Krajinovic salvaba dos bolas de break en el tercer juego y de esta manera podía seguir llevando las riendas en el marcador. Mayores problemas tuvo en el décimo juego cuando también tuvo que hacer frente a una bola de rotura en contra. Finalmente la salvó y el ganador se iba a decidir en la muerte súbita. En el tie break Báez tomó ventaja primero y se marchaba hasta el 6-4 pero después de fallar en dos bolas de partido caía en el primer partido de Hamburgo.