En un día más que desapacible en París, la bielorrusa firmó su primera victoria en este Roland Garros 2020 tras doblegar por un contundente 6-1 y 6-2 a la montenegrina Danka Kovinic. Su próxima rival será la vencedora del duelo entre la eslovaca Anna Karolina Schmiedlova y la estadounidense Venus Williams.
Victoria Azarenka se convirtió en la primera tenista en comprobar in situ las adversas condiciones a las que se tendrán que enfrentar ella y el resto de participantes en este Roland Garros 2020. En medio del frío y del viento en una mañana totalmente desapacible, la bielorrusa sacó adelante, que no es poco, su primer compromiso en el Grand Slam francés con bastante facilidad y en prácticamente una hora de juego. Un 6-1 y 6-2 ante la tenista de Montenegro Danka Kovinic, número 74 del mundo y que no se adaptó para nada a las difíciles condiciones de este día de apertura del torneo galo.
Un único precedente entre ambas
El favoritismo de la bielorrusa era más que evidente. No tanto en el cara a cara particular (1-0 a su favor, Open de Australia 2016, segunda ronda: 6-1 6-2), sino por diferencia de ranking (número 14 frente a la 74 del mundo) y jerarquía en el circuito. Azarenka, bicampeona de Grand Slam y con 21 títulos WTA en su haber, se medía en el primer turno de la Suzanne Lenglen a una Danka Kovinic con apenas dos finales alcanzadas como profesional, una de ellas sobre tierra batida en Estambul 2016.
Tras el parón por la pandemia, vimos de nuevo la mejor versión de Azarenka. La ex número uno mundial triunfó en Cincinnati, se quedó a un set de ganar el US Open y alcanzó los cuartos de final la pasada semana en el torneo de Roma. Kovinic, por su parte, también llegaba en su mejor momento de forma a este Roland Garros, acumulando un par de buenos resultados sobre arcilla en los dos torneos previos a París: octavos de final en Roma y cuartos en Estambul. Pese a ello, todo lo que no fuese un triunfo de Azarenka se catalogaría como una de las grandes sorpresas, no sólo del torneo, sino de la temporada.
Primer set contundente para Azarenka en medio del vendaval
Antes de comenzar, ya se sabía que este Roland Garros iba a ser muy diferente con respecto al de años anteriores. Debido al hecho de tener que jugarse en pleno otoño, las temperaturas y las condiciones no iban a ser las ideales para un torneo de este nivel. Así lo dejó claro Azarenka nada más disputarse los tres primeros juegos del partido. Con 2-1 a su favor, la bielorrusa aprovechó el primer descanso del partido para denunciar la dificultad de jugar con una temperatura tan baja (diez grados), con una ligera llovizna y, por si fuera poco, la compañía del viento, que hacía prácticamente imposible la continuación del partido.
«Hace ocho grados. Yo vivo en Florida, estoy acostumbrada al calor. ¿En serio no veis lo que está pasando? Estoy dispuesta a jugar lo que sea, no me estoy quejando, pero creo que esto es absolutamente ridículo«, Así expresó la bielorrusa su disconformidad a la juez de silla que no tuvo más remedio que suspender momentáneamente el choque y mandar a las dos jugadoras al vestuario.
El encuentro se paró durante tres cuartos de hora para reanudarse con ambas jugadoras cubiertas hasta arriba de ropa para tratar de protegerse lo máximo posible del frío. El viento seguía presente sobre la pista aunque, al menos, la lluvia había dado una tregua. Consciente de que hoy no era día florituras, Azarenka se puso el mono de trabajo, concentrada y olvidándose de las duras condiciones que la rodeaban. Su respuesta fue contundente, al mismo nivel que su dilatada experiencia en el circuito: cuatro juegos consecutivos, incluidos dos breaks en blanco, y 6-1 en 28 minutos. Imposible hacerlo mejor con el panorama de hoy.
Inconmensurable Azarenka
Pese a esta mañana de perros en París, Azarenka volvió a dejar claro la gran confianza que atesora desde que volvió la actividad tenística tras la pandemia. Al igual que el primero, el segundo parcial no ofreció mucha más historia que la de comprobar que la bielorrusa es una de las grandes candidatas a levantar la copa de campeona en Roland Garros. Con una magistral dirección con su golpe de revés, la décima favorita del cuadro no bajó la marcha en ningún momento y todo lo que permitió a su rival fue igualar el principio del set a un juego.
A partir de ahí, otro parcial de cuatro juegos seguidos y se acabó todo lo que se daba. Kovinic salvó un poco su orgullo sumando otro juego a su casillero pero nada más pudo hacer ante la contundencia de Azarenka, que finalizó este extraño debut en París con un contundente 6-1 y 6-2 en una hora y un minuto de juego. En busca de la tercera ronda, la número 14 del mundo se las verá con la ganadora del encuentro entre Schmiedlova y Venus Williams.