Alexander Zverev no solo pudo conseguir el pase a semifinales de Roland Garros con su victoria en cuatro sets ante Carlos Alcaraz, sino que también consiguió dejar atrás una racha muy negativa en eventos de Grand Slam. El alemán enfrentará a Nadal buscando estar en su primera final en París.
Sascha tuvo una presentación para el recuerdo en la jornada del martes, sacando su mejor tenis para eliminar a Alcaraz en cuatro parciales, y así regresar a las semifinales en Roland Garros. Con esta victoria, Zverev logró vencer un fantasma que lo venía acompañando desde el comienzo de su carrera: ganar ante un Top 10 en un Grand Slam. Hasta este duelo ante el murciano, había jugado once partidos ante los mejores diez del mundo, y había perdido en todos.
Una racha negativa
Su experiencia negativa comenzó desde sus primeras presencias en esta clase de torneos, cayendo ante Andy Murray (No.2) en el Open de Australia y ante Tomas Berdych (No.9) en Wimbledon, ambos en 2016. Al año siguiente, otra vez en los mismos torneos, perdió ante Rafael Nadal (No.9) en Melbourne y ante Milos Raonic (No.7) en Londres. En 2018, su derrota fue frente a Dominic Thiem (No.8) en Roland Garros. Una temporada después, se despidió del certamen francés ante Novak Djokovic (No.1).
En 2020 volvió a ceder ante Thiem por duplicado, tanto en las semifinales del Open de Australia, como en esa recordada final del US Open (No.2), donde lideraba el partido por dos sets a cero. En 2021, Zverev quedó eliminado dos veces a mano de Djokovic (No.1) tanto en Melbourne como en Nueva York, mientras que también perdió las semifinales de Roland Garros ante Stefanos Tsitsipas (No.5).
Un nuevo desafío
Con su pase a las semifinales en París, se le presentará un nuevo enfrentamiento ante un Top 10, jugando con Rafa Nadal por el pase a la final en el Bois de Boulogne. En caso de ganar, Zverev no solo buscará su primer título de Grand Slam, sino que quedará muy cerca de llegar a ser No.1 del mundo en algunas semanas.