Wawrinka y Nadal se medirán en una final apasionante para elegir al nuevo vencedor de Roland Garros. El suizo es un jugador hecho para jugar finales, ganando los tres títulos de Grand Slam en los que llegó al último partido. El español sueña con volver a levantar la Copa de los Mosqueteros para ser el primer jugador de la historia en conseguir 10 títulos en la tierra parisina. Un partido de lujo, para una final de lujo.
Llegó la final masculina de Roland Garros, la que pone el punto y final a esta edición 2017. Antes de ver al nuevo campeón levantar el trofeo, Nadal y Wawrinka tendrán que luchar por su sueño de volver a conseguir uno de los títulos de más prestigio de todo el circuito ATP. La pista estará a rebosar para ver una final entre dos jugadores que han demostrado llegar a París en la mejor forma, exhibiendo un gran nivel de tenis. Tanto el español como el helvético saben lo que es convertirse en campeón de este trofeo, el primero en nueve ocasiones y el segundo lo consiguió por única vez en el año 2015. Nadal es el favorito, en una superficie que es como su casa, pero en frente estará un Stan que se crece en las finales, más si son de Grand Slam, con unos números espectaculares, jugando tres finales para conseguir todas las veces convertirse en campeón. Unos números que no deben asustar al mallorquín, que sigue sin encontrar a alguien en el torneo que le consiga robar un sólo set.
Hay jugadores que están gafados y otros tocados por una varita mágica en la finales, esta opción es la que eligió Stan Wawrinka. Sus números en finales de Grand Slam son inmejorables, tres veces se plantó en una final de tales dimensiones y las tres se convirtió en ganador. El suizo es más que fiable cuando llegan las rondas finales, aunque quizás a lo largo de la temporada tenga esa irregularidad que no le permite llegar a lo más alto. Su año sobre tierra estaba siendo demasiado pobre para las prestaciones que puede llegar a ofrecer, ni en Montecarlo, Madrid y Roma consiguió llegar a cuartos de final siendo apeado a las primeras de cambio. La semana previa a la gran cita de París, se disputaba en su país el torneo de Ginebra, al que decidió ir para intentar encontrar sensaciones. La cara de Stan cambió en este torneo, en el que tuvo que sufrir demasiado para conseguir el título de campeón, aunque el objetivo no era ese. Tras levantar el título en Ginebra, el suizo ha recuperado su mejor versión de tenis tanto en el plano mental como físico. Acumula diez victorias consecutivas sobre tierra y quiere seguir con la racha ante el mejor tenista de todos lo tiempo sobre tierra batida.
Rafa Nadal es un extraterrestre sobre arcilla. Tras unos años malos en Roland Garros la gente veía que la carrera de Nadal como tenista profesional estaba a punto de llegar a su fin. El balear siempre humilde ha vuelto a recuperar la sonrisa de manos de su nuevo entrenador, el extenista Carlos Moyá. Rafa ha vuelto a su mejor nivel de tenis, en el año que más plácido ha tenido el camino en la tierra parisina para llegar a la final. Ningún jugador ha sido capaz de robar un set al número tres del mundo y sus victorias han sido cómodas. En el último partido ante la revelación del año, Thiem demostró que jugando a su mejor nivel ningún rival es capaz de ganarle. El de Manacor quiere levantar su décimo Roland Garros para seguir escribiendo la historia de su torneo favorito.

LAS CLAVES
El suizo Stanislas Wawrinka es el encargado de intentar conseguir un milagro en la Philippe Chatrier. A priori si Nadal sigue con el mismo patrón que durante todo el torneo, el encuentro no debería tener mucha historia y debería solucionarse por la vía rápida. Los espectadores esperan un partido largo, a cinco sets, de una larga duración, pero siendo realistas esto parece una misión complicada. Es cierto que el helvético ha ido de menos a más en este torneo, obteniendo las mejores sensaciones de toda la temporada en el partido de semifinales ante Andy Murray.
La clave del partido serán los errores no forzados de Stan. El campeón del año 2015, tiene un estilo de juego muy agresivo, en el que intenta conseguir algunos puntos por la vía rápida en forma de winners. Ante Murray en los dos últimos parciales la efectividad de los golpes ganadores le valieron para acceder a esta final, aunque al principio del encuentro sumó numerosos errores no forzados que le llevaron a estar cerca de despedirse de la tierra de París. El suizo intentará salir enchufado al partido y conseguir una ventaja rápida para que la presión empiece a hacer efecto en la figura de su contrincante.
Nadal sabe perfectamente el tipo de juego que le hace daño a Wawrinka. Las últimas seis veces que se han enfrentado han conseguido tres victorias cada uno, aunque el balance global favorece a Rafa con 13 victorias y sólo 3 derrotas. El mallorquín basará su juego en la regularidad, peloteos largos, bolas con altura al revés de Wawrinka y sobre todo la solidez del fondo de la pista. Con estas armas parece fácil desarbolar al suizo, que intentará conseguir un hito para el tenis quitando a Nadal su décimo trofeo en París, un hecho casi imposible.