Tras su derrota ante Casper Ruud en primera ronda de Roland Garros, Jo-Wilfred Tsonga dijo adiós a las canchas y se retiró del tenis tras una memorable carrera de 18 años.
A sus 37 años, el francés decidió colgar la raqueta, y el mejor escenario para hacerlo fue Roland Garros. La alegría y carisma que irradiaba al jugar se quedará por siempre en la memoria de los aficionados al tenis que se vieron entretenidos por el tenis de Tsonga a lo largo de sus casi 20 años de carrera.
“Siempre dije que uno de mis objetivos era inspirar a los niños, inspirar a otras personas. Espero haberlo hecho durante mi carrera”, dijo Tsonga a ATPTour.com. “Me he inspirado en otros deportistas y sé cómo te sientes. Sé cómo te sientes cuando eres seguidor de alguien o admiras a alguien. Es una sensación agradable”.
El primer partido de Jo-Wilfred Tsonga fue en 2004 en el China Open, en Pekín, donde derrotó en dos sets al ex número uno del mundo Carlos Moyá. Desde ese entonces, el francés ya daba muestras de lo que sería una magnífica carrera.
Sin embargo, el gran momento de Tsonga llegaría 4 años después con su destacada participación en el Abierto de Australia 2008, donde llegaba como número 38 del mundo y alcanzó la final, donde caería ante Novak Djokovic. Durante este camino, el francés derrotó a cuatro jugadores del top 20 de la ATP, Andy Murray (primera ronda), Richard Gasquet (octavos), Mikhail Youzhny (cuartos) y Rafael Nadal (semifinales).
En 2012, Tsonga alcanzaría su mejor ranking, al llegar a la posición número 5, y a lo largo de su carrera consiguió 18 títulos ATP.
Los recuerdos de su carrera
El francés es uno de los tres jugadores (junto a Murray y Del Potro) que han vencido a Nadal, Djokovic y Federer cuando eran número uno del mundo. Además, de ser, junto a Wawrinka y Berdych, uno de los tres jugadores que han derrotado al Big Three en Grand Slams.
A lo largo de su carrera, Tsonga ganó 467 partidos, 45 de ellos contra jugadores top 10, pero para él, el verdadero logro ha sido poder inspirar a otros.
“Tengo algunos trofeos que ni siquiera puedo recordar qué pasó en la pista y todo eso”, dijo Tsonga. “Pero siempre recordaré quién me dijo que yo les inspiré”.
El francés dijo adiós al tenis en las canchas de Roland Garros donde rumbo al cierre del partido la afición le brindó una emotiva ovación, con la que el tenista se mostró conmovido antes de jugar el punto final de su carrera. Al finalizar, Tsonga se arrodilló y tocó con la frente la arcilla de la cancha que fue el escenario de su despedida.
“Para ser honesto, ahora me siento un poco como un júnior. Cada vez que voy a la pista estoy feliz”, dijo Tsonga. “Tengo que sonreír, aunque a veces sea difícil, tengo un poco de dolor. Simplemente lo disfruto, trato de tomar cada minuto en la pista como un regalo y eso es todo”.