Por segundo año consecutivo Daniil Medvedev disputará la final del Open de Australia al derrotar a Stefanos Tsitsipas por 7-6(5), 4-6, 6-4, 6-1 en dos horas y 30 minutos.
Rafa Nadal esperaba después de su victoria para presenciar quién iba a ser su rival a partir de las 19:30 del domingo en Melbourne. La meteorología impidió que el aire entrara sobre la cancha por las precipitaciones y tuvieron que jugar bajo techo. Se medían dos tenistas que habían tenido un recorrido bastante similar aunque la atención situada en ellos no era la misma. Era la novena que vez que se veían las caras y el bagaje era muy favorable para el No.2 del mundo con 6-2. Aun así, el último partido que disputaron fue el pasado año en Roland Garros y fue el jugador heleno quién salió victorioso.
No se iban a dar ningún respiro a la hora de sacar. Muy buenos porcentajes y ambos siendo conscientes de lo importante que era poder cabalgar con el primer golpe. Tsitsipas, tuvo que apurar en un instante ya que se topó con un 0-40 en el 4-4 teniendo que salvar finalmente cuatro bolas de quiebre. Era un juego vital ya que colocaba al ruso servir por esa primera manga. No salió la situación de la mejor manera para Daniil y continuaron inmunes a los restos hasta la muerte súbita. Sería Stefanos quién cogió la diferencia con el primer mini break. Pudo colocarse hasta con un 1-4. Medvedev, sacó adelante sus dos turnos al saque, y luego protagonizó el mini break para igualar. Más tarde, con 5-6 y bola de set, aprovechó la oportunidad al resto y se puso por delante en un primer parcial tan igualado.
Stefanos fue quién abrió el cajón de los quiebres ya que en el primer juego del segundo set se reafirmó pillando algo frío al ruso. La respuesta del No.2 del mundo del mundo iba a llegar en el sexto juego pero la manga se le iba a trastabillar. El griego volvió a quebrar para servir con el 5-4 y Daniil erupcionó ante el juez de silla español Jaume Campistol, alegando que su oponente estaba todo el rato en comunicación con su padre. Lo decía mediante unas sonoras palabras que no fueron muy éticas llamando hasta estúpido al propio juez. Tsitsipas, por su parte, sin que la situación le afectara fue a servir por llevarse el set y lo logró a la tercera opción que dispuso.
Medvedev continuaba bastante cabreado en el comienzo del tercero. Tsitsipas se adelantó, pero su rabia la pudo cuajar en buen juego y ese juego inicial tan importante lo consiguió sacar. Al igual que en el primer set, los dos estuvieron intratables al servicio. La única fue en el último juego. El ruso quiso restar más cerca de la línea de fondo. Metió todos los restos y obligó mucho al cuarto tenista del mundo. Un 0-40 y tres bolas de set, la primera la pudo salvar tras un saque al cuerpo, pero a la próxima, teniendo que jugar con segundo servicio, Daniil volvió a obligarle y se lo pudo llevar.
El ruso pudo abrir veda rápidamente en el cuarto. Se le notaba mucho más enérgico. Ávido en el movimiento de piernas y mucho más efectivo. Tsitsipas decayó mucho a nivel físico y vio cómo el encuentro se le escapaba. Con 5-1, el ruso ya estaba sirviendo por llevarse el partido en dos horas y 28 minutos. No tuvo ningún tipo de problema y Medvedev finalizó con Tsitsipas en el Open de Australia.