En la rueda de prensa previa a su debut en el ATP 500 de Viena 2020, el tenista local y vigente campeón del torneo aseveró que el cartel de este año puede ser el mejor que ha tenido nunca un torneo de esta índole. También reconoció que salir campeón en la edición de 2019 fue un sueño hecho realidad.
No lo tendrá nada fácil Dominic Thiem para retener su cetro en el ATP 500 de Viena. El actual número tres del mundo llega a la capital de su Austria natal con la difícil misión de defender el título conquistado en la edición de 2019. Hasta seis tenistas de entre los diez primeros del mundo se dan cita esta semana en Viena, entre ellos el número uno del mundo, Novak Djokovic, lo que ha llevado al propio Thiem a afirmar que este evento puede llegar a ser el mejor de la historia de los ATP 500.
En declaraciones a la web oficial de la ATP, el pupilo de Nico Massú reconoce la brutal exigencia del cuadro pero también que tras su triunfo en el US Open se encuentra más liberado y con las pilas cargadas para este tramo final de temporada.
El mejor ATP 500 de la historia
“Siempre es especial comenzar un torneo siendo el vigente campeón, pero este año aún más debido a la dificultad del cuadro. Ya normalmente era un cuadro bastante duro pero ya con la presencia este año de Djokovic aún más. Es probablemente el mejor ATP 500 de la historia. No voy a decir que defender el título es una misión imposible, pero casi”.
Ganar aquí: un sueño hecho realidad
“Diría que, después del US Open, este es aún el título más grande que he conquistado en mi carrera. Es también uno de los más emotivos. He venido aquí desde que tenía cuatro o cinco años. Primero fui como espectador, luego más tarde comencé a jugar la fase previa, después el cuadro principal como invitado y, finalmente, jugar directamente con ranking de cabeza de serie. Todo lo que un tenista puede experimentar a lo largo de su carrera es lo que me ha pasado aquí en Viena. Ganar aquí el año pasado fue un sueño hecho realidad”.
Con las pilas cargadas tras Nueva York y París
“Me siento bastante bien de nuevo. No pasó mucho tiempo entre el US Open y Roland Garros, pero logré manejarlo bien. Di todo lo que tenía. Obviamente, me quedé vacío después de Roland Garros, así que decidí tomarme un pequeño descanso. Estuve una semana sin hacer nada, simplemente reflexionando después de mi triunfo en Nueva York. Me he marcado nuevos objetivos y estoy con muchas ganas de jugar en Viena”.
Más liberado tras ganar un grande
“Los últimos 18 meses han sido sensacionales, pero también fueron muy duros al ponerme tanta presión encima. No fue fácil, por supuesto, pero estoy muy feliz de acabar ganando el torneo. Mi mayor sueño, el mayor objetivo que había tenido nunca en mi carrera, se hizo realidad. Desde ahora, las cosas son un poco más fáciles, me encuentro más relajado desde entonces. Estoy feliz y emocionado por lo que viene por delante”.
