La ucraniana reveló su lado más personal en Behind The Racquet, destacando las enseñanzas que ha aprendido gracias al tenis y el papel de sus padres en sus comienzos, marcados por una fuerte exigencia que, según ella, la acabó haciendo más fuerte.
Una de las condiciones indispensables para llegar a ser deportista de élite es saber rodearte de las personas adecuadas y que éstas te exijan en su justa medida. En la carrera de Elina Svitolina, actual número cinco del mundo y campeona de las WTA Finals de 2018, sus padres ejercieron una considerable influencia, hasta cierto punto demasiada, según las propias palabras de la tenista ucraniana en Behind The Racquet. En este nuevo artículo de esta plataforma exclusivamente realizada por jugadores/as profesionales, la de Odesa se sinceró admitiendo la dura exigencia que tuvo que afrontar durante su etapa más joven destacando el papel ejercido por sus progenitores.
Además, también habló de la transición de júnior a profesional con el incremento de las expectativas y presión que ello conlleva. Pese a todos los momentos duros que ha tenido que afrontar, Svitolina reconoce que el tenis es su vida, su pasión y que le ha enseñado a madurar como persona.
Querer siempre más
“En comparación con otros jugadores, mi carrera ha sido un poco gradual. Siempre me puse un objetivo concreto en cada momento, tratando de no perder el ímpetu de mejorar mi juego. Primero jugué los torneos 10.000, luego pasé a los de 25.000 y, después y poco a poco, comencé a disputar los Grand Slams. Fue entonces cuando empecé a jugar los mejores torneos tratando de entrar en el top10, pero a la vez poniendo mucha presión sobre mí misma”.
“No importa que ranking tengas, siempre quieres más. Cuando estaba la número 30 del mundo, pensaba que si llegaba a estar entre las diez mejores me sentiría contenta. Pero cuando me encontré en ese lugar, no podía dejar de llorar cada vez que perdía algún partido. No hay un final y nunca es suficiente. Aprendí a disfrutar cada partido, incluso los más difíciles. Llevo en el top10 desde hace tres años y medio. Es importante mantener un estado de ánimo constante, algo que he logrado integrar a mi juego”.
Aparcar las dudas
“Cuando hice la transición entre júnior y profesionalismo, tenía muchas dudas. La gente siempre espera de ti lo mejor, que seas capaz de mejorar rápido para poder compararte con jugadores que tienen tu misma edad pero que ostentan mejor ranking. Siempre tienes esa voz negativa dentro de tu cabeza pero tienes que tratar de eliminar las dudas y trabajar cada día. En el tenis todos trabajan duro pero sólo unos pocos tienen éxito. Es muy importante allanar tu propio camino y eso te ayudará a superar los momentos más duros”.
La influencia de sus padres
“Creo que lo más duro fue cuando mis padres se involucraron en el tenis. No importaba donde ni cuando jugara, ellos siempre me seguían. Los padres que se involucran demasiado, especialmente cuando desarrollas una carrera deportiva como en el tenis, siempre te añaden una presión extra. Esa mezcla de esa presión con mis propias expectativas fue realmente dura, sobre todo cuando perdía en un torneo en primera ronda y eso me hacía bajar un poco en el ranking”.
“Mis padres querían que ganara cada partido. Creo que, en algún momento de tu vida, es importante que tus padres den un paso al lado y ellos sólo se dieron cuenta hace unos cinco años. Fue muy importante para mí disponer de algo de independencia. Cuando mis padres dejaron de viajar conmigo, no volví a contar con ellos. Si perdía un partido, la única culpable era yo misma y a través de ese proceso, logré encontrar mi camino“.
“Todavía pienso en mi infancia. Quizá las cosas hubieran sido mejores si mis padres no me hubieran presionado tanto. Aunque esos momentos duros me ayudaron a llegar a donde estoy ahora y me hicieron ser la persona que soy ahora”.
Diferentes objetivos
“He estado viajando desde una edad muy temprana. Tengo un hermano mayor que también solía jugar al tenis y con el que tuve la oportunidad de viajar a los torneos siendo todavía muy pequeña. Fue difícil estar alejada de mi hogar, pero cuando pensaba en los objetivos que tenía y que quería lograr, eso era lo que me motivaba. Cambiaba de objetivos cada pocos años para así no convertirlo todo en una burbuja de viajar y perder, porque perdía casi cada semana. Establecí objetivos a corto y medio plazo, algo que me ayudó a permanecer en el momento y no ir más allá. Jugar frente a multitudes y ganar torneos es lo que me da la energía y la motivación“.
El aprendizaje a través del tenis
“El tenis me ha dado todo lo que tengo ahora. Me siento muy afortunada de haberme dedicado al tenis porque me ha enseñado muchas cosas, entre ellas, la disciplina, y el poder conocer gente extraordinaria y mostrarme lugares increíbles. No doy nada por sentado, el tenis me dio la vida“.