Sebastián Báez no pudo sostener la ventaja y se despidió del ATP Barcelona en la segunda ronda, cayendo frente a Holger Rune por 4-6, 6-1 y 6-2. El danés suma una nueva victoria para meterse en los cuartos de final, donde espera por Ruud o Medjedovic.
Báez sucumbe ante Rune y encuentra el final de su camino en el ATP Barcelona
Sebastián Báez cruzaba su camino con el de Holger Rune en los octavos de final del ATP Barcelona. Un partido muy prometedor en la previa y con buenas posibilidades para el argentino teniendo en cuenta los antecedentes. Era el quinto duelo en el circuito entre ambos tenistas, con dos triunfos por lado y el último cruce, en el Masters de Roma del año pasado, quedando para el número 35 del mundo.
Báez venía de ganar por primera vez en este certamen al superar de manera exitosa su debut con Damir Dzumhur. Pese a la despedida temprana en Montecarlo, los resultados obtenidos este año jugando sobre tierra batida eran auspiciosos, pero tenía la misión de ratificar en Europa las buenas sensaciones que siempre dejaba de manifiesto en la gira sudamericana.
Luego de haber alcanzado la final en Indian Wells, el rendimiento de Rune en los Masters 1000 que siguieron no fue alentador. Tanto en Miami como en el principado se fue muy rápidamente de competencia y su llegada a tierras españolas, con triunfo ante Albert Ramos en la primera ronda, fue la manera de interrumpir una pequeña racha de resultados negativos.
Báez pega primero y se ilusiona
El desequilibrio llegó bien temprano en el partido, con Báez quebrando de arranque para ponerse en ventaja en el primer set. A partir de allí pudo sostener con relativa facilidad sus juegos de servicio, mostrando consistencia desde el fondo de la cancha y siendo capaz de ejecutar algunas dejadas para tomar por sorpresa a su adversario. La diferencia pudo ser mayor, dado que tuvo triple break point para ponerse 4-1, pero Rune los salvó.
El danés estaba errático y evidenciaba dificultades para sostener los rallies. En ese trámite, lo mejor que hizo fue mantener la distancia solamente en un break, buscando la chance de emparejar las cosas. Sin embargo, eso no sucedió y el argentino mantuvo un andar firme que le permitió sostener con pocas dificultades sus turnos de servicio y cerrar el primer set por 6-4.
El despertar de Rune
La segunda manga fue irregular al inicio pero luego tuvo un claro dominador. Rune fue el primero en quebrar tras cuatro chances en el mismo game y pudo ponerse 2-0, aunque luego tuvo dificultades y no logró confirmar. Parecía que el argentino tendría su reacción y se iba expectante al descanso, pero la situación comenzaría a ser muy diferente de lo que había pasado en el capítulo anterior.
A partir del cuarto juego, el danés levantó notablemente su nivel y pudo construir con solidez el camino que lo llevaría a igualar la historia. Ya con un tenis más consistente, concretó otras dos bolas de break y el único momento de dudas fue cuando sirvió para set. Allí supo remontar un 0-40 para dejar sin oportunidades a Báez y ganarle el segundo por 6-1.
El danés ratifica su andar y cierra el partido
Con dos quiebres inauguró Rune las acciones del tercer set y llevó su racha positiva a siete games ganados de forma consecutiva. Las cosas comenzaban a quedarle cada vez más lejos al rioplatense, que sin embargo contaría con una última oportunidad de arrimarse en el marcador. Esto sucedió cuando pudo recuperar uno de los quiebres y pasar del 0-3 al 2-3.
Ese sexto juego era determinante para el destino del partido, y como suele suceder cuando está en sus buenos días, el danés mostró temple para sacarlo adelante. A partir de ese punto, ya no hubo lugar a dudas: se quedó por sexta vez en el partido con el turno de saque de Báez y luego mostró firmeza en el propio para sentenciar la victoria por 4-6, 6-1 y 6-2 y acceder a los cuartos de final en Barcelona.
