Sebastián Báez consigue una buena victoria sobre el bosnio Damir Dzumhur en dos mangas (6-1, 7-5) en su duelo por la primera ronda del ATP 500 de Barcelona. El argentino hizo valer su favoritismo y ahora se medirá con Holger Rune en la próxima instancia.
Báez vuelve al triunfo en Barcelona
Primer turno en esta jornada de martes para Sebastián Báez en Barcelona, buscando dar el primer paso en este destacado ATP 500 de la gira de tierra batida, donde el argentino pone muchas expectativas para poder desplegar su mejor nivel y volver a escalar en el ranking. El bonaerense viene con un gran paso en estos primeros meses del año, por ejemplo con un título en Río de Janeiro y finales tanto en Santiago como en Bucarest, pero todavía sin dar la talla en torneos importantes, algo que siempre le ha ocurrido. Muestra de ello, las caídas en sus debuts en Indian Wells, Miami y Montecarlo.
Esta vez le tocaba medirse contra el impredecible Damir Dzumhur, un jugador que suele tener un tenis muy sólido en un día bueno, pero cuya inestabilidad emocional también le suele jugar una mala pasada, bajando considerablemente sus prestaciones adentro de la cancha en una jornada adversa.
Inmejorable primer set para el argentino
Parejo comienzo del partido, con tres primeros juegos lógicos, sin roturas y un marcador que avanzaba sin sobresaltos. Justamente sería en el cuarto game que Báez iba a firmar la primera rotura de la tarde para ponerse 3-1 arriba en los números y empezar a administrar la ventaja con un gran tenis. Algunas dudas sólo en el juego siguiente, donde Dzumhur tendría un 0-40 peligroso, pero que Seba lograba sacar adelante. Esas chances perdidas terminaron de derrumbar al bosnio, que, muy errático, volvería a ceder su saque para bajarse definitivamente de la pelea por el set. Báez estampó un inesperado 6-1 en el primer parcial.
Sebastián consigue cerrarlo en dos mangas
Las cosas empezarían con diferente tónica en el segundo set, ahora sí con un quiebre a favor de Dzumhur, que en cero lograba romper el servicio del argentino para irse a la silla 3-0 arriba, renovado de confianza. Seba no iba a dejar de pelear y así lograría recuperar el quiebre para nivelar el marcador rápidamente. Otra vez llegaría una secuencia similar, con el europeo otra vez arriba 5-3 y la inmediata recuperación del albiceleste. Entrando en terreno de definición con ese sube y baja en el marcador, el argentino encontraría de la galera un tercer quiebre en el set para acabar sacando para partido y sentenciando así la historia con un 7-5 final.
