Casper Ruud remontó un partido increíble ante Juan Ignacio Lóndero (4-6, 7-5, 6-1) y Diego Schwartzman no se pudo presentar a su semifinal ante Pedro Sousa. Habrá tres argentinos en la final de dobles.
Casper Ruud y la ilusión del primer título
Minutos antes de iniciar la primera semifinal se conoció que sería la única. Diego Schwartzman terminó lesionado su partido de ayer ante Pablo Cuevas y no podrá enfrentar a Pedro Sousa.
Es así que Juan Ignacio Lóndero tomó la gran responsabilidad de ser el último argentino en el cuadro y cargar con el recuerdo que siempre aparece a esta altura del año, la famosa maldición que retumba en cada rincón del Buenos Aires Lawn Tennis Club. Son 12 años desde que David Nalbandian en aquel lejano 2008 y con Diego Maradona en el palco venciera a «Chucho» Acasuso en la final, esa fue la última vez que hubo un campeón local.
El Topo saltó a cancha tremendamente motivado y la gente que colmó el Court Guillermo Vilas se volcó con él de inmediato. El cordobés tomó la primera ventaja en el tercer juego quebrando el saque del noruego. En sus siguientes turnos de saque se mostró sólido y no cedió chances de quiebre llevándose el primer set en 38 minutos de juego.
Lóndero siguió con una gran actitud en pista siendo sumamente efectivo con su derecha, en un momento del segundo set el cordobés tuvo punto de quiebre para ponerse 5-2 y saque para jugar la final. En ese momento le tembló todo y prácticamente se quebró solo. El noruego entró en partido y en un abrir y cerrar de ojos se quedó con el segundo set ganando 20 de los últimos 23 puntos disputados.
Ruud comenzó manteniendo su servicio en el tercer set y tuvo tres pelotas de quiebre cuando en una situación lamentable dos espectadores se desmayaron producto del intenso calor (32° C) que hacía en Buenos Aires y en una actitud aplaudida por el público Casper acercó dos botellas de agua frescas a la tribuna para ayudar a las víctimas del calor.
Tras el parate de 20 minutos Lóndero pareció reaccionar salvando dos puntos de quiebre pero cedió en el tercero y ahí se acabó el partido. Desde entonces el noruego no falló una pelota y el cordobés sintió de golpe todo el calor, agotamiento físico y mental de la semana y dejó de moverse. Casper Ruud no dejó pasar la oportunidad y en más de dos horas de partido selló la victoria (4-6, 7-5, 6-1) para clasificarse a su segunda final de ATP.
Pedro Sousa en la mejor semana de su carrera
Cayó en la última ronda de la clasificación ante Facundo Bagnis y cuando ya empezaba a poner la cabeza en Río de Janeiro le comunicaron de la baja de Christian Garín. Venció en el debut al Wild Card local Facundo Díaz Acosta en tres ajustados sets y fue avanzando rondas. Por la lesión de Diego Schwartzman el portugués de 31 años clasificó a su primera final ATP coronando una semana de mucha suerte y podrá ponerle la frutilla al postre mañana.
La final de dobles se hablará en español
Los finalistas del US Open Marcel Granollers y Horacio Zeballos vencieron a los campeones de Córdoba Marcelo Demoliner y Matwé Middelkoop (6-2, 7-5) para clasificarse a su tercera final como pareja. En el caso de Zeballos intentará conseguir su cuarto título en Buenos Aires tras los obtenidos en 2010 (con Prieto), 2018 (con Molteni) y 2019 (con González).
Los rivales de la pareja hispanoargentina serán Juan Ignacio Lóndero y Guillermo Durán que en el último turno del día dieron la gran sorpresa tras vencer a los especialistas belgas Sander Gillé y Joran Vliegen (7-6(4), 6-4) e intentarán sorprender a los campeones del Masters 1000 de Canadá en la final.
Las finales
A las 3pm hora local Casper Ruud y Pedro Sousa serán los sorpresivos protagonistas de la final. El único antecedente entre ambos data del Challenger de Braga (Portugal) en 2018, también en la final. Sousa salió victorioso tras vencer a un joven Ruud por 6-0, 3-6, 6-3. Veremos si puede repetir el éxito o el noruego tomarse revancha de aquella final perdida. Luego del singles vendrá la final de dobles entre Marcel Granollers y Horacio Zeballos ante Guillermo Durán y Juan Ignacio Lóndero asegurando al menos un campeón argentino, algo que viene siendo recurrente estos últimos años.
