Llegaba a la final de Hua Hin la polaca, que se enfrentaba a la joven suiza Leonie Kung (6-3, 6-2), y no desentonó, levantando así el segundo título de su carrera.
La final llegaba. Y lo hacía entre dos jugadoras que no eran asiduas a las finales. Por un lado Linette, que ya sabía lo que era jugar una final, la de Bronx, y ganándola, y por otra parte la suiza Leonie King, finalista en la hierba londinense a nivel júnior en 2018.
Semana muy productiva de Linette
Linette venía jugando un gran tenis, siendo sólida de fondo, y además agresiva con su derecha, uno de sus golpes favoritos, como ya demostró en los días anteriores, y siempre ha rendido bien en este tipo de pistas. Por su parte, Kung, procedía de la fase previa, y ya en cuartos de final dio la campanada cargándose a Q. Wang, siendo sólida desde el fondo, y sabiendo esperar sus momentos, cosa que se repitió en el día de ayer ante Hibino.
El primer set comenzó algo igualado, pero en el sexto juego se notó la diferencia de nivel, cuando la polaca rompió el servicio de la suiza, asegurándose el break, el cual mantendría hasta el final del set, llevándoselo por 6-3. La polaca llevaba la iniciativa en cuanto a los golpes, y eso ante una Kung que acusó la inexperiencia en estas rondas finales. El mayor poder ofensivo de la polaca se veía traducido en la pista.
El segundo set comenzó con un break tempranero de la polaca, dejando claro quién era la que mandaba en la pista. Comenzó a soltarse, y a conectar golpes ganadores con mucha potencia, los cuales la suiza, con un juego algo más defensivo, no podía contrarrestar. Consiguió otro break, y eso fue demasiado para Kung. También la polaca tiró de experiencia en los momentos calientes con su servicio, no dando ninguna opción al resto a su rival, y haciendo uso de algunas dejadas para cortar el ritmo de la suiza, la cual proponía un tenis más sólido desde el fondo. Cerró el partido con su saque, demostrando la diferencia de calidad entre ambas, y la experiencia en este tipo de partidos es un grado, y Linette lo ha demostrado.
Segundo título para la polaca en su carrera, demostrando que puede dar algún susto a las de arriba, y demostrando cuál es su superficie favorita, en la cual se siente muy cómoda. Y para Kung, esta buena semana debe servirla para ver cuál es el camino a seguir en un futuro.
