La espera ha valido la pena, pero Lucas Pouille puede decir que ha ganado un partido, algo que no sucedía desde 2019, al vencer a Yannick Maden en tres sets (7-5, 4-6, 6-2). En la siguiente ronda se medirá a Kamke o Istomin.
El tenista galo reaparecía la semana pasada en Quimper, en este Challenget de la localidad de Francia, con la intención de ir cogiendo ritmo poco a poco tras su grave lesión después de cortar con Amelié Mauresmo, tras un mal año 2020. Tras caer la semana pasada ante Horansky, esta vez se enfrentaba a un Yannick Maden asiduo al circuito Challenger. El primer set sólo ha tenido un break, el del galo, el cual le ha servido para romper y llevarse el set
Parecía que el partido estaba encarrilado. El francés estaba set y break arriba, pero en ese momento ha venido la peor versión del francés, con muchas dudas en su revés, y con un Maden mucho más sólido en la pista. Todo se iba a decidir en un tercer set, y es ahí donde el francés ha sacado toda su calidad tenística, sobre todo con su poderosa derecha, para firmar su primera victoria desde el año 2019, cuando ganó a Zhe Li en el torneo de Pekín. Paso a paso, esa es la palabra que debe de sonar en la cabeza del talentoso tenista galo.
Próxima rival
En la siguiente ronda se medirá a Tobias Kamke o Denis Istomin, dos jugadores con mucha experiencia en el circuito Challenger y que además se adaptan muy bien a este tipo de superficie indoor. El alemán llega desde la fase previa y el kazajo pues sigue en una mala dinámica de resultados y sobre todo de sensaciones desde ya hace bastantes meses. A priori será un duelo complicado pero el galo ya ha demostrado que su tenis ha mejorado con respecto a su primer torneo del 2021.