El australiano Alexei Popyrin no dejó dudas en su enfrentamiento contra Korda y lo eliminó del ATP de Montreal. 7-6 y 6-3 la clave del triunfo de Popyrin que disputará su primera final en un Máster. Andrey Rublev lo espera en el partido por el título.
Popyrin sueña con su primer Máster en Canadá
La segunda semifinal del ATP 1000 de Montreal tenía como protagonistas al estadounidense Sebastián Korda (18°) y el australiano Alexei Popyrin (62°). Estos dos tenistas estaban dispuestos a hacer ruido en dicho enfrentamiento, ya que venían de eliminar a dos fuertes oponentes. Por un lado, Korda descarriló al segundo preclasificado, Alexander Zverev, jugando un tenis de alto calibre, lo venció en tres parciales. Asimismo, Popyrin hizo lo propio contra el cuarto sembrado, Hubert Hurkacz, derrotándolo en tres mangas apretadas. Una semifinal poco habitual en los grandes escenarios del tenis, pero que prometía mucho por la calidad de los jugadores. Ambos tenistas anhelaban llegar a su primera final de un Máster. El australiano firmó su mejor desempeño en esta categoría y quería escalar en el suelo canadiense.
El australiano golpea el tablero
Después de los dos primeros turnos de saque, Korda ajustó sus tiros en la última línea, tomó la lanza y pegó un revés paralelo para marcar la diferencia. Sin trastabillar, el estadounidense utilizó correctamente sus herramientas validando la ruptura en el score. El australiano descontó con su formidable servicio, pero estaba lejos del nivel que propuso Korda. Sin embargo, Popyrin se plantó en la defensa, contuvo los tiros de su rival y lo encaminó al error recuperando el quiebre. En el noveno juego, el australiano aceleró las ejecuciones, fabricó chances de quiebre, pero el norteamericano supo convivir con la adversidad. Posteriormente, Korda desplegó sus mejores armas para forzar el juego de su oponente y consiguió un break importante. De todos modos, Popyrin no dio el brazo a torcer, se mantuvo estable y empardó los dígitos. En el desempate, Alexei fue mucho más consistente quedándose con el primer parcial.
Popyrin resurgió con su tenis y ganó la pulseada
La segunda manga se inclinó rápidamente del lado del australiano, quien se desenvolvió a la perfección para doblegar el servicio de su rival. El estadounidense acumuló muchos errores no forzados, estaba muy impreciso. Con la confianza por las nubes, Popyrin continuaba desatando sus intimidantes servicios para retener la ventaja en el marcador. A su vez, Korda seguía prendido en el juego, tenía mucho más para dar, pero su contrincante no le dejaba espacio. El tenista australiano necesitaba mantenerse enfocado con su tenis, mostró mucha actitud a lo largo del encuentro. A medida que corrían los puntos, Korda se empezaba a desesperar, no hallaba respuestas para doblegar a su oponente. La ambición de Popyrin le otorgó fuerzas para dar un golpe de autoridad en el duelo y minimizar el juego del estadounidense. Finalmente, el australiano liquidó los números con otro quiebre y selló la victoria con un 6-3 determinante.
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