Karolina Pliskova superó en la final del WTA Brisbane a Madison Keys (6-4, 4-6, 7-5). La checa comienza el año por todo lo alto siendo una de las campeonas en la primera semana. De esta manera al igual que Serena Williams llegará como una de las favoritas al Open de Australia.
Buen inicio de campaña para Karolina Pliskova. Al igual que en 2019 parece que los inicios y más en Brisbane le parecen cómodos a la tenista checa. La ex número uno plasmó un gran tenis durante la semana, sabiendo sufrir ante grandes jugadores y en los momentos decisivos de los partidos. Además hay grandes noticias para Australia y sus incendios, ya que tras sus 42 saques directos donará 9.000 dólares para esta causa.
Dos jugadoras directas como Pliskova y Keys no iban a tener problemas en los primeros servicios. Ambas salieron concentradas en sus respectivos servicios dominando desde el primer golpe para poder buscar rápidamente el tiro ganador por la vía rápida. Según iban llegando los juegos decisivos de la primera manga llegaron las primeras alternativas. En el octavo game Madison Keys tuvo dos bolas de break, aunque en ninguna consiguió romper el servicio. Luego Pliskova se encontró con un 0-40 y no iba a perder la oportunidad de poder sumar el primer break del partido. Con ello se fue al cambio de lado, sacó y certificó el primer set.
Pliskova salió igual de intensa la segunda manga buscando revalidar el trofeo por la vía rápida. Volvió a ser la primera en dar un golpe sobre la mesa con una rotura que le dejaba a sólo tres juegos de repetir título, pero justo después encajó su primer break en contra que ponía el 3-3. Esto le dio mucha confianza a la estadounidense en el partido, ya que le permitió tomar las riendas del encuentro. Por delante en el marcador se volvió todavía más agresiva y la presión afecto a la jugadora checa que vio cómo tras un mal juego su rival conseguía llevarse la segunda manga.
Pliskova revalida el trofeo
En el tercer set las fuerzas estaban igualadas y los pequeños detalles iban a decidir a la campeona. Pliskova según pasaban los juegos parecía más tranquila, quizás fruto de su mayor experiencia en finales. La checa cerraba el puño tras conseguir una rotura y consolidar con su servicio se quedaba con 5-3 y muy cerca de ganar el trofeo. Entonces no pudo cerrar el partido y Keys consiguió un parcial de dos juegos consecutivos para poner el 5-5. La final estaba en un puño pero la ex número uno volvió a quebrar para ponerse 6-5 y tener otro servicio de ganar. Esta no falló, jugando mucho más tranquilo y ganando en blanco ese saque que le hacía revalidar el torneo en la ciudad de Brisbane.
