Philipp Kohlschreiber quedó eliminado en los últimos días en el Masters 1000 de Cincinnati, y con ello, llegó a dos años sin conseguir un título. El tenista alemán parece venir en picada en los últimos años, tras haberse mantenido en un nivel decente durante temporadas anteriores.
En el Masters 1000 de Indian Wells, el veterano alemán Phillip Kohlschreiber, daba la campanada del torneo eliminando al número uno y favorito del torneo, Novak Djokovic. En la ronda previa, había eliminado al australiano Nick Kyrgios, un rival también muy complicado para cualquiera.
Sin embargo, haberle ganado al serbio terminó siendo un amuleto de mala suerte para el alemán. Pues desde entonces, ostenta un récord negativo de 10 victorias por 13 derrotas. Kohlschreiber apenas y ha podido superar la primera ronda en algunos torneos y camino en picada parece no tener recuperación.
Tras casi 20 años de carrera, el alemán ha entrado al crepúsculo de su trayectoria y difícilmente lo volveremos a ver competir en instancias finales de torneos importantes contra los grandes de este deporte.
Quien fuera número 16 del mundo en 2012, acaba de cumplir dos años sin lograr un título, tras ganar el torneo de Kitzbühel en 2017 ante Joao Sousa. Su última final la jugó en mayo pasado en Múnich, ante su compatriota, Alexander Zverev.
De no llegar a una final durante esta temporada, Kohlschreiber pondría fin a una racha de ocho años consecutivos llegando por lo menos a una final de un torneo ATP. Cabe resaltar que desde que ganó su primer título en 2007, el alemán únicamente no ha llegado a una final en la temporada de 2010.
¿Volverá a buen nivel?
Ahora, próximo a cumplir 36 años, el panorama para Kohlschreiber luce complicado. Su talento es indiscutible, sin embargo, la competitividad mostrada por la nueva generación y por la élite del tenis, vuelven muy difícil el panorama para un veterano como el alemán.
Sin embargo, esto no quiere decir que no lo volvamos a ver dando alguna que otra campanada contra un favorito, pues en aquella victoria contra Djokovic quedó demostrado que dando su mejor partido puede intimidar a cualquier oponente.