Naomi Osaka se convierte en la nueva baja de renombre para el Open de Australia 2023, según lo informado oficialmente por las redes sociales del torneo con sede en Melbourne. La japonesa, bicampeona del certamen, no juega desde el pasado septiembre.
Otra dolorosa ausencia para el cuadro femenino del Open de Australia, luego de la reciente baja de Venus Williams. Dos deserciones que si bien no modificarían el rumbo del torneo, por sus presentes, siempre sorprenden en esta clase de torneos grandes. Naomi Osaka no jugará el Grand Slam australiano, un evento en el que suele sentirse cómoda. La nipona ganó dos títulos en Melbourne Park, en las ediciones 2019 y 2021, y justamente el año pasado, al quedar eliminada en tercera ronda, sufrió un brusco descenso en el ranking por primera vez en mucho tiempo.
Aún es demasiado pronto para conocer con exactitud los motivos que llevaron a Naomi a bajarse del certamen, una noticia que el propio torneo anunció en sus redes con un escueto comunicado. «Naomi Osaka se ha retirado del Australian Open. La extrañaremos en 2023«. Adjuntado al mensaje, la organización también informó que es la ucraniana Dayana Yastremska, la jugadora que toma el lugar de la ex No.1 en el Entry list.
El 2022 de Osaka
Después de un leve bajón de nivel a finales del 2021, Naomi llegaba al 2022 dentro del Top 20 y con expectativas de recuperarse totalmente para competir de nuevo al más alto nivel. Unas semifinales en el WTA Melbourne la ponían como jugadora a tener en cuenta seriamente para el primer Grand Slam del año. Sin embargo, la asiática se vería sorprendida en la tercera ronda, a manos de Amanda Anisimova. Esa derrota le valdría para salir inmediatamente del Top 80 y alejarse, ahora también en ranking, de los lugares de elite en el tenis femenino.
Unas semanas más tarde pareció recuperarse al alcanzar una final en el WTA 1000 de Miami, con victorias ante Kerber, Collins o Bencic, entre otras. Con ese buen resultado, Osaka volvió a meterse entre las mejores 50 del mundo. Pero el resto de la temporada sería totalmente intrascendente, apenas jugando en tierra batida y saltándose toda la gira de césped. Una eliminación en primera ronda del US Open y un abandono en Tokio, hicieron que Naomi se vaya del año con un semblante para preocupar.