Matteo Arnaldi es superior a Kei Nishikori y tras derrotarlo en sets corridos, avanzó a las semifinales del Master 1000 canadiense donde se enfrentará a Andrey Rublev por el pase a la final.
Arnaldi encuentra la fórmula de vencer al japonés
Después de regresar a finales de 2023 y volver a estar en suspenso por algunas molestias, el japonés Kei Nishikori (576° ATP) mostró un gran nivel en el Master 1000 de Montreal. El ex top ten pisó los cuartos de final de un evento 1000 por primera vez desde Roma 2019. Las expectativas eran altas y se jugó el pase a la final ante el italiano Matteo Arnaldi (46° ATP).
El italiano impone su frescura
El enfrentamiento comenzó con una muestra de gran intensidad y calidad técnica por parte de ambos jugadores. Nishikori, con su característico juego basado en la consistencia y precisión, logró imponerse temprano gracias a su revés paralelo, uno de los golpes más letales en su arsenal. Este revés le permitió romper el servicio de Arnaldi, quien tuvo dificultades para contrarrestar la profundidad y la angulación de los tiros del japonés. Sin embargo, el joven italiano no tardó en reaccionar. Ajustó su ritmo de juego, acelerando los intercambios y obligando a Nishikori a cometer errores no forzados. Este cambio de estrategia fue clave para que Arnaldi lograra recuperar terreno, igualando el marcador a 3-3. A partir de ese momento, ambos jugadores mantuvieron un nivel de juego altísimo, manteniendo sus servicios con firmeza. Finalmente, fue Arnaldi quien, gracias a una combinación de agresividad y precisión, consiguió romper nuevamente el servicio de Nishikori para llevarse el primer set por 6-4.
Matteo es semifinalista en Canadá
En la segunda manga, el italiano Arnaldi desplegó un tenis aún más dominante. Con una movilidad impecable y una explosividad en sus golpes, logró imponer un ritmo de juego que desbordó a Nishikori. El japonés, a pesar de su experiencia, se vio superado por la solidez de Arnaldi en el fondo de la cancha, que no daba tregua. El italiano aprovechó el desgaste físico y mental de Nishikori para colocarse rápidamente 3-0 en el marcador, mostrando una clara superioridad en los intercambios. Sin embargo, Nishikori no estaba dispuesto a rendirse tan fácilmente. Comenzó a recuperar terreno, mostrando destellos de su mejor tenis para reducir la desventaja y ponerse 2-3. La lucha se intensificó, y ambos jugadores volvieron a igualar el marcador a 3-3, ofreciendo un espectáculo de alta tensión.
La tensión en la pista era palpable. Ambos jugadores alternaban momentos brillantes con errores provocados por la presión del momento. Sin embargo, la frescura física de Arnaldi, combinada con su juventud, le permitió mantener un nivel de juego superior en los momentos decisivos. Nishikori, por su parte, empezó a mostrar signos de cansancio, lo que se reflejó en la pérdida de precisión en sus golpes. Arnaldi, consciente de la oportunidad que tenía ante sí, mantuvo la calma y con un servicio potente y un juego agresivo, cerró el segundo set por 7-5, asegurando así su lugar en las semifinales.
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