El británico se ha despedido del torneo sueco al caer en tres mangas. Paul aprovechó la única oportunidad de break que hubo en la tercera manga y selló su pase a semifinales (6-2, 3-6, 6-3). En la próxima ronda espera su compatriota Tiafoe.
Andy Murray venía de eliminar al máximo favorito en el torneo sueco. El ex No.1 uno había cuajado quizás su mejor partido de la temporada como él mismo había reconocido tras superar a Sinner. El británico se mostró muy sólido durante todo el encuentro y con su tenis inteligente pudo plantarse en los cuartos de final. Esta vez esperaba Tommy Paul, un jugador con un tenis agresivo que había ganado al joven Borg y a Fritz por la vía rápida.
Paul pone fin a la aventura de Murray
Murray empezó mucho más errático que ante Sinner. Paul estaba dominando con sus golpes agresivos y se encontró con un break tempranero que pudo confirmar para marcharse hasta el 3-1. El quinto juego fue muy largo y el estadounidense dispuso de hasta cinco bolas de rotura. Murray salvó las cuatro primeras, pero a la quinta no lo consiguió y su rival dejaba encarrilada la primera manga. El público animaba el ex número uno, que conseguía un break para tener algo de esperanza en el partido con el 2-4. Poco le duró la alegría ya que nuevamente volvió a perder su servicio cometiendo muchos errores para quedar cerca de perder la primera manga. En el siguiente juego Paul ganaba su saque cómodamente y cerraba una primera manga en la que se mostró muy superior por 6-2.
Andy es uno de los más experimentados del circuito y también uno de los más inteligentes dentro de la pista. Poco a poco fue estudiando a su rival y las sensaciones eran mejores. Siempre fue por delante en el segundo parcial, algo que le permitió el sexto juego llegar esa bola de break tras pasar la presión a su contrincante. Una oportunidad y máxima efectividad para tras confirmar el break ponerse 5-2 y quedarse muy cerca de forzar el set definitivo. Murray no falló y sin ceder ni una sola alternativa al resto el partido se iba a decidir en la tercera manga.
En la tercera manga los servicios se imponían con mucha facilidad. No había ninguna alternativa al resto y era Tommy Paul el que siempre iba por delante en el marcador. De esta manera la presión pasaba para Andy Murray que parecía tenerlo todo bajo control. El problema llegó en el octavo juego con mucha presión sobre sus hombros. El estadounidense se encontró con un 30-40 y aprovechó la oportunidad para quedarse a solo un juego de la victoria. En blanco ganó su saque y certificaba su pase a semifinales del torneo sueco.