Daniil Medvedev no pudo mostrarse más efusivo tras ganar, repleto de calambres, a Alexei Popyrin en los dieciseisavos de final del Miami Open 2021. El ruso sufrió de lo lindo para doblegar al joven australiano, y acusó la carga de partidos de las últimas semanas al final de su partido. Pero sin duda, esto aumentó el valor de ese triunfo.
Daniil Medvedev y la victoria siguen yendo de la mano. El ruso ha ganado 16 de 18 partidos que ha disputado en 2021, y 28 de sus últimos 30 partidos, contando el espectacular final de año que tuvo en 2020. En el Miami Open, Medvedev consiguió ganar con calambres a Alexei Popyrin en los dieciseisavos, y en rueda de prensa, no pudo mostrarse más efusivo por una victoria antológica.
Mejor que una final de Grand Slam
”Pienso que al ganar una final de Grand Slam en tres sets seguidos no se siente lo que yo sí he sentido tras el punto de partido hoy”, comentaba Medvedev, haciendo alusión al alivio que sintió tras completar la victoria. ”Lo único en lo que estaba pensando era en no caerme, porque si me caía, no pensaba que pudiera levantarme de nuevo. Hubo varios momentos en los que quería recostarme y decir ‘vale, se acabó’. Entonces supe que eso no podía aceptarlo. Al final fue que casi no podía caminar con los calambres, las piernas no me seguían. No podía doblarlas ni enderezarlas, tenía que mantener la misma postura y no podía dar un paso de más de 10 centímetros”.
”Siento que fue un partido divertido en cierto modo, un partido para recordar. Para mí, por supuesto, no para él. ¿Sabes? Lo gracioso es que debería haber ganado en dos sets. No deberíamos estar aquí hablando de ello, pero aquí estamos. Es un partido para el recuerdo, sin duda”, concluía Medvedev, que se enfrentará a Frances Tiafoe en los octavos de Miami.