Daniil Medvedev buscaba su primera final del año en Marsella, pero recibió un duro revés ante la gran promesa de Serbia. El ruso no pudo hacer mucho ante el potencial de Hamad Medjedovic y cayó en dos sets, quedándose afuera del torneo francés.
Medvedev se queda sin opciones en Marsella
Daniil Medvedev (8°) y Hamad Medjedovic (96°) se enfrentaban en una de las semifinales del ATP 250 de Marsella, en un choque de estilos y generaciones. El ruso llegaba con ritmo y confianza tras vencer sin ceder sets a Herbert y Struff, buscando su primera final del año tras un inicio irregular en Australia y Rotterdam. Del otro lado, Medjedovic, campeón en Oeiras a principio de temporada, afrontaba su primer torneo ATP del 2025 con gran ímpetu, habiendo superado a Khachanov y a Altmaier en una dura batalla de más de tres horas. Medvedev dominaba el historial con una victoria en Roma 2024, pero el serbio quería sorprender y alcanzar la segunda final en la categoría.
Medjedovic encuentra los espacios y saca ventaja
El primer set comenzó con un quiebre temprano de Medvedev, quien impuso su solidez desde el fondo. Sin embargo, Medjedovic reaccionó con agresividad, recuperando el break de inmediato. Luego, el serbio enfrentó tres puntos de quiebre, pero logró sortearlos con mucha actitud y capacidad. Con el marcador equilibrado, ambos mantuvieron sus turnos de saque hasta que Medjedovic tomó el control desde el séptimo game, desplegando su poderosa derecha para dictar los intercambios. Más firme en la línea de base, el serbio quebró en el octavo juego y selló el set con autoridad, apoyado en su contundente servicio, para imponerse por 6-3 y adelantarse en el marcador.
El serbio desborda a Medvedev para meterse en la final
Impulsado por la confianza del primer set, Medjedovic salió decidido en el segundo parcial y logró un quiebre rápido. Aunque Medvedev respondió con solidez para nivelar el marcador, el serbio volvió a desbordarlo con su velocidad y potencia, consiguiendo otra ruptura. Tras confirmar la ventaja, Medjedovic impuso su dominio desde la línea de base, controlando los intercambios y sumando un nuevo quiebre que lo dejó al borde de la victoria. Con una diferencia clara en el score, el joven serbio administró su juego con autoridad, mantuvo a Medvedev sin opciones y selló su clasificación a la final con un contundente 6-3, 6-2.
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