Amanda Anisimova firmó una semana de ensueño en el WTA 1000 de Doha y la culminó con el título. La estadounidense sacó provecho de su gran potencia para doblegar a Ostapenko en la final y conseguir su primer trofeo en la categoría.
Anisimova alcanza la gloria en Qatar
El último encuentro que se disputaba en el Qatar TotalEnergies Open presentaba a dos jugadoras que no figuraban en los papeles de las favoritas. Jelena Ostapenko y Amanda Anisimova se medían en la final del torneo qatarí, lo que representaba el segundo enfrentamiento entre ellas. La jugadora letona mostró un tenis formidable para alcanzar su tercera final WTA 1000, sin ceder parciales en el camino y vapuleando a la campeona vigente, Iga Swiatek, en semifinales. Por otra parte, la estadounidense forjó un tenis de gran nivel que le permitió vencer a las jugadoras más difíciles, llegando a su segunda definición en dicha categoría. El partido prometía ser una verdadera batalla, ya que ambas buscaban su primer título de categoría 1000.
La estadounidense arremete con su derecha
Los primeros compases del partido revelaron un juego convincente de ambos lados de la red, donde ambas jugadoras marcaron sus tiros rápidos para establecer las primeras cifras. En el tercer game, la estadounidense apretó con golpes profundos y dispuso de una chance de break, pero no pudo sacar ventaja. Anisimova tenía la clave para desarticular a la letona, demostrándolo con un quiebre en el quinto juego, donde enseñó su poderosa derecha. Sin embargo, Ostapenko se plantó en el terreno y desenfundó sus armas más letales para rebasar a su rival, recuperando el saque inmediatamente.
Se notaba la tensión e incomodidad de las tenistas en el desarrollo, pero principalmente en la jugadora letona, quien no lograba calibrar sus ataques y acumuló equivocaciones, cediendo el servicio una vez más. Anisimova aprovechó la oportunidad, ajustó sus ejecuciones con claridad y se abalanzó sobre Jelena para sellar el primer set por 6-4.
Anisimova aprovecha sus condiciones para coronarse
Al comienzo de la segunda manga, Ostapenko se mostró más decidida en imponer sus cualidades, sosteniendo su turno de saque y presionando a la estadounidense, aunque sin poder quebrarle el saque. De todos modos, Anisimova no tardó en desplegar su formidable velocidad de tiro, tomó la pelota adelante y generó aperturas para firmar un break en el tercer juego. Pese a eso, la letona no se quedó atrás, ajustó sus herramientas y controló los ataques para recuperar el servicio.
La estadounidense apretaba con su derecha cada vez que la situación lo ameritaba, desestabilizando a la letona que no encontraba su mejor versión. Finalmente, Anisimova tomó control del encuentro, manteniendo el enfoque en su trabajo, y cosechó dos quiebres seguidos para apropiarse del título con un 6-3 decisivo.
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