El tenista argentino Guido Andreozzi llega a los 30 años este 5 de agosto. El tenista porteño está buscando recuperar buenas sensaciones para volver a los mejores momentos de su carrera, donde supo afianzarse en el Top 100 y jugar torneos de Grand Slam con cierta regularidad.
Más allá de que sus últimas temporadas no han dejado grandes resultados, o un nivel regular con el que pudiera afianzar su tenis, Andreozzi ya sabe lo que es dominar el circuito Challenger, competir a nivel de ATP y hasta ganar partidos en Grand Slams. Seguramente, aprovechando la experiencia y habiendo superado algunos problemas físicos, el argentino busque retornar a sus mejores días.
Una carrera con altibajos
Tras una buena carrera como Junior, y algunos años de adaptación al profesionalismo en Futures, Andreozzi fue empezando a afianzarse en los Challengers entre 2012 y 2013. El jugador nacido en Buenos Aires consiguió alzar el primero de sus ocho títulos a ese nivel en el Challenger de Lima, venciendo a compatriotas como Guido Pella y Facundo Arguello en el camino. En ese mismo 2012, Guido logró ingresar por primera vez a un Grand Slam, superando la fase previa del US Open.
Después de varias temporadas peleándola y manteniéndose sólido en ese nivel, llegaría una brillante temporada 2018 para dar el salto de calidad. Sólo en ese año, Andreozzi se coronó en cuatro eventos Challenger diferentes (Punta del Este, Tunis, Szczecin y Guayaquil), para conseguir así su ansiado ingreso al Top 100, que además le permitió estar en seis Grand Slams consecutivos entre Roland Garros 2018 y Wimbledon 2019. Justamente en ese certamen de París, el bonaerense ganó su único partido de esa categoría, superando a Taylor Fritz en la primera ronda. En ese período alcanzó el puesto No.70 del ranking, la mejor marca hasta aquí.
Gran representante de Argentina
A pesar de nunca haber tenido la oportunidad de jugar para su país en Copa Davis, Guido Andreozzi sí ha podido representar a la Argentina tanto en Juegos Odesur como en Juegos Panamericanos, consiguiendo resultados brillantes. En los Odesur de Santiago 2014, el tenista oriundo de Buenos Aires logró llevarse la medalla de plata en individuales y la de oro en dobles, jugando junto a Facundo Bagnis, suverdugo en la final de singles.
En los Panamericanos de Toronto 2015, ya un certamen de aún más envergadura, Guido pudo llevarse la plata nuevamente con Bagnis en el dobles masculino, tras caer en el partido por el bronce en singles, con el estadounidense Novikov. Además, la alegría total llegaría en dobles mixto, ganando el oro junto a su compañera María Irigoyen. Más cercano en el tiempo y viajando con un equipo argentino muy similar, en Lima 2019 seguirían las medallas. Andreozzi esta vez sí ganó el bronce en individuales, y posteriormente se llevó la plateada en dobles con Bagnis, perdiendo la final ante los ecuatorianos Escobar y Quiroz.
