Camila Giorgi cierra de la mejor manera una semana de ensueño en Mérida, tras consagrarse campeona al vencer a la sueca Rebecca Peterson en una final con idas y vueltas (7-6(3), 1-6, 6-2). Cuarto título WTA para la carrera de la italiana.
Gran final en el Mérida Open, con las dos mejores jugadoras de la semana. Camila Giorgi se ilusionaba con coronar una estadía excelente en el torneo mexicano, sin ceder sets en su camino a esta definición. La italiana tuvo algunas victorias muy destacadas, pero nada como la que obtuvo en los cuartos de final ante Sloane Stephens, ganando por doble 6-0. Luego en las semis, superó con buenas sensaciones a la checa Katerina Siniakova.
Por su lado, Rebecca Peterson tenía una oportunidad de oro en este partido, con el sueño intacto de conquistar su tercer título WTA, y el primero desde finales del 2019. La sueca tuvo una semana más larga de lo común, dado que superó también la fase previa. En su recorrido hacia esta final, superó a Nadia Podoroska, así como también a Alycia Parks, Magda Linette, la máxima preclasificada, y también a Caty McNally, resistiendo ante jugadoras más habituadas a la superficie.
Giorgi es la campeona
El primer parcial comenzaba muy igualado, sin que se viera realmente la mejor versión de las dos jugadoras, y con una tensión generalizada que se percibía en cada juego. Peterson conseguía el primer quiebre del partido en el séptimo juego, pero un rato después, Giorgi lograba igualar, cuando la sueca sacaba para llevarse el set. Sin más diferencias, todo se iba a definir en un tiebreak. En ese desempate, Camila salió mejor plantada y se lo ganó con un 7-3.
Otra vez se repetía la tendencia de que la jugadora escandinava comenzaba break arriba, aunque en este caso, no solo iba a defender bien sus turnos de saque, sino que concretaba otra rotura consecutiva para tener un dominio total del set. Peterson se llevaría la segunda manga por 6-1. Pasando por su mejor momento en la tarde noche de Mérida, la sueca volvía a empezar con un quiebre a favor, pero ahora en el set definitorio. La tendencia era clara. Sin embargo, como una ola inesperada, la italiana fue encontrando sensaciones y se fue comiendo lentamente a lo que quedaba de su rival. Serían tres quiebres consecutivos para Giorgi, sentenciando la historia con un 6-2 final.
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