Taylor Fritz vuelve a las bases y consigue una cómoda victoria en Dallas. El estadounidense hizo fuerte su localía para vencer por 6-4, 6-2 al francés Rinderknech y avanzar a octavos de final.
Taylor Fritz se estrena con triunfo en Dallas
El mejor estadounidense de la actualidad, Taylor Fritz (4°), hacía su debut en el ATP 500 de Dallas, torneo en el que supo ser semifinalista cuando era de categoría 250. Después de ser derrumbado en la tercera ronda del Abierto de Australia, el norteamericano aterrizaba en su tierra natal para empezar su camino en el torneo más grande que tiene la ciudad de Texas. El primer sembrado del cuadro, Fritz, se medía por tercera ocasión con el francés Arthur Rinderknech (60°), a quien había derrotado en las otras dos oportunidades que se cruzaron. El número cuatro del ranking se posicionaba como la figura del público local, por lo que estaba destinado a realizar un buen papel.
El estadounidense cierra el set con un quiebre
El partido empezó con Fritz al servicio, desparramando sus cualidades para estrenar el marcador. En el segundo game, el americano destacó sus capacidades en el resto, creando tres ocasiones de quiebre, pero sin poder sobrepasar al francés. A partir de allí, los tenistas solidificaron sus posturas, haciendo un buen trabajo en los turnos de saque para mantener los números igualados. Pese a la diferencia de niveles, Rinderknech estaba realizando una correcta tarea sobre el jugador local. De igual manera, en el décimo juego, Fritz volvió a entonar en el retorno y aprovechó la oportunidad para quebrar, sellando el parcial por 6-4.
Fritz eleva el nivel y sentencia el triunfo con autoridad
En el segundo set, los protagonistas arrancaron firmes en los primeros juegos, pero el estadounidense iba a tomar impulso posteriormente. Ya en el cuarto game, Taylor desplegó sus herramientas para desbordar al tenista francés y concretó una ruptura esencial. Después de validar el break, el norteamericano volvió a presionar con sus tajantes golpes, fabricando nuevas ocasiones, pero sin poder estirar la ventaja. De todos modos, Fritz siguió imponiendo sus armas para dominar en los intercambios y logró adjudicarse otro quiebre para sellar la victoria con un 6-2 fulminante.