Otro argentino que ha culminado con triunfo en la segunda ronda de la fase previa del Open Australia. Etcheverry ha salido lograr una importante victoria (7-5, 5-7, 6-3) para estar solo a un paso de cuadro final.
Tomás Martín Etcheverry llegaba con mucha confianza al segundo duelo en la qualy del Open Australia tras la gran remontada conseguida en el debut. Esta vez le tocaba medirse a un jugador local como Kubler, algo siempre complicado jugando en suelo australiano. El aussie había superado a Giustino y era una de esas promesas australianas que estaba lastrada por el castigo de las lesiones. A priori un partido parejo en el que los pequeños detalles podían marcas la diferencia entre el ganador y el perdedor.
Martín Etcheverry sabe sufrir
Etcheverry empezó con muchos problemas con su servicio y es que tuvo que levantar tres bolas de break en contra. El argentino lo consiguió y de esta manera, a pesar de comenzar sufriendo se ponía por delante en el marcador. Desde eso momento los servicios se empezaron a imponer, aunque era difícil ganar un juego por la vía rápida. Etcheverry estaba usando su gran servicio y derecha pra conseguir puntos rápidos ante un rival que seguía por detrás en el marcador. Llegaron a los juegos finales con Etcheverry por delante lo que le permitió jugar mucho más tranquilo. El argentino en el décimo juego se encontró con 0-40 que eran tres bolas para llevarse el primer parcial. A la primera cerraba el puño y ya estaba más cerca de conseguir el objetivo de la victoria.
El argentino volvía a llevar la iniciativa con su servicio y cada vez parecía más dominador con su tenis directo. Con el 3-0 empezaba a encarrilar el partido. Kubler siguió peleando gracias al apoyo del público. Nada parecía indicar que las cosas se podían torcer, pero entonces tras tener tres bolas de partido Etcheverry no lograba cerrar y se atrapaba. Kubler ganó confianza y acabó ganando el parcial por 7-5 tras una gran remontada y levantando tres bolas de partido al resto.
Volvió a llevar la iniciativa en la tercera manga. A pesar del mal final en el segundo parcial lograba tranquilizarse y seguía con el mismo guion en el partido. Etcheverry era el que llevaba las riendas en el marcador y se le veía tranquilo, capacitado para da run golpe sobre la mesa en cualquier momento. Fue en sexto juego cuando llegó la oportunidad y podía quebrar. Lo consiguió y tras confirmar el break se marchaba hasta el 5-2. El público animaba a su jugador, pero finalmente veían como se acaba despidiendo del torneo en la tercera manga por 6-3.