El serbio disputará su octava final en Wimbledon. Djokovic empezó perdiendo el primer set pero desde entonces dio una auténtica exhibición (2-6, 6-3, 6-2, 6-4) para ser el rival de Kyrgios en la gran final masculina que se disputará el domingo.
Después de la triste noticia de la retirada de Rafa Nadal que no podía disputar las semifinales quedaba un viernes descafeinado en Wimbledon. El único duelo era ese partido entre Djokovic y Norrie. El serbio venía de estar al límite contra Sinner, pero tras una gran reacción remontó dos sets adversos para volver a unas semifinales en Wimbledon. Enfrente un Norrie que sin dudas estaba siendo la revelación del torneo y que estaba en la penúltima ronda para devolver la ilusión a todo el público local. Era el segundo enfrentamiento entre ambos y en el primero ganó el serbio en sets corridos.
Norrie empieza con sorpresa
En la primera manga ambos comenzaron algo fríos y respetándose el uno al otro. De primeras dos breaks para poner el 1-1 iguales en el marcador. El serbio no pudo llevar la iniciativa durante mucho más tiempo y es que desde el 2-2 empezó a cometer demasiados errores no forzados. Norrie estaba jugando profundo y muy sólido y era Djokovic el que intentaba buscar los ángulos, aunque en la mayoría de veces encontraba errores que a pesar de que no se desesperarle le hicieron acabar perdiendo el primer set por un contundente 6-2. Norrie lo celebraba en grande pero Djokovic todavía tenía mucho que decir.
Djokovic vuelve a brillar
Desde la segunda manga el serbio empezó a mejorar. Pronto se encontró con opciones de break, aunque es verdad que no lograba dar el paso y convertirlas. Norrie aguantaba aunque poco a poco llegaron a los juegos decisivos. Tras el 4-3 Djokovic aprovechó dos bolas de rotura y con el 5-3 se quedara con el servicio para cerrar el segundo parcial. Sin problemas por 6-3 ponía las tablas y el partido volvía a comenzar de nuevo.
Djokovic quería ganar todos los puntos y se quejaba cada vez que no hacía algo bien. El tercer parcial fue una auténtica exhibición del serbio, dominando mucho con su derecha y jugando un tenis muy variado lo que le permitió desarbolar el tenis sólido de su rival. En tan solo 38 minutos ganaba el set por un contundente 6-2 y se quedaba a solo un parcial de alcanzar una nueva final de Grand Slam y otra en Wimbledon.
Novak volvió a salir con la misma intensidad y rápidamente conseguía escaparse en el marcador hasta el 2-0. Norrie seguía animándose y es que el público intentaba todavía pensar en una posible remontada. El británico se agarraba al partido de todas formas y después de salvar cuatro bolas de break en el quinto juego que hubieran significado casi la sentencia del encuentro cerraba el puño y seguía creyendo. El problema es que Djokovic no bajaba la intensidad y tras el 5-3 se quedaba a solo un juego de acceder a la final en Wimbledon. Norrie sacó su juego adelante y el siguiente era el momento de la verdad. Con el 40-30 llegaba la bola de partido y a la primera lograba el triunfo para luchar por un nuevo título de Grand Slam.