El tenista serbio continúa intratable en estos Juegos Olímpicos y ya son 22 victorias consecutivas las que posee. Djokovic dejó fuera de combate al local Nishikori por 6-2, 6-0.
Novak Djokovic esperaba seguir su camino rumbo al gran objetivo de poder llevarse una medalla de oro olímpica por primera vez en su carrera, y más aún con la posibilidad real de conseguir el Golden Slam durante esta temporada. El serbio No.1 del mundo tuvo un paso arrasador por el torneo, dejando en el camino al malagueño Alejandro Davidovich en su última presentación.
Su rival en esta instancia era nada más y nada menos que el local Kei Nishikori, que quería dar la gran sorpresa del certamen. El japonés ha tenido un certamen fantástico, sacando a relucir toda su experiencia para eliminar a Andrey Rublev en su estreno, y derrotando posteriormente a Giron e Ivashka, se hizo un lugar en los cuartos de final. Cabe destacar que Kei viene de ganar la medalla de bronce en Río 2016.
Al ser dos jugadores de tanta experiencia, ya se han visto las caras en muchas oportunidades. El historial es liderado por Djokovic por 16-2, habiendo ganado de manera consecutiva las últimas 15 veces que se enfrentaron.
Intratable el serbio
En el juego inicial, el nipón entró con la clara idea de tener que ser agresivo y puso en alerta al serbio. Sin embargo, Novak que está extraordinario cuando la situación se le puede llegar a complicar lo definió y en el próximo turno abrió diferencias en el electrónico. Nishikori lo intentaba pero no estaba siendo capaz de desbordarlo. Con su primer golpe tampoco podía conseguir puntos que le dieran una tranquilidad o un desgaste menor y aquello le llevó a tener al serbio todo el rato presionándole.
Djokovic tenía unas cuantas marchas más que Kei. Tanto de piernas o en cuanto a ofrecer tiros ganadores. Con su golpe de derecha que comparado con su revés es menos bueno, lo está ejecutando a las mil maravillas y además esas ganas de competir eran magníficas para poder también salvar dos bolas de break al inicio del segundo set. El No.1 del mundo, continuó muy concentrado y dio por finalizado el duelo metiendo un rosco y ganando al nipón por decimoquinta vez consecutiva.