El serbio disputará su primera final de 2022 después de remontar a Khachanov (4-6, 6-1, 6-2) . Djokovic ha ido de menos a más pero luchará por el título el domingo con las gradas repeltas.
La primera semifinal del ATP de Belgrado contaba con su gran ídolo, Novak Djokovic. El actual número uno del ranking masculino que había sufrido mucho para llegar hasta las semifinales después de perder un set ante Djere y Kecmanovic se enfrentaba ante Khachanov. El ruso solo había jugado un partido del torneo y había superado a Monteiro. Era el octavo enfrentamiento entre ambos y por el momento la balanza está muy decantada para Djokovic con seis victorias y solo una derrota.
Djokovic consigue la remontada
Como de costumbre desde su vuelta a la competición Djokovic empezó algo frío. Su rival lo aprovechó y a las primeras de cambio tomaba ventaja en el marcador. Con el 2-3 Nole seguía sufriendo y es que no estaba nada cómodo desde el fondo de la pista sin poder imponer su ritmo de tenis. El ruso estaba muy sólido con su servicio y acertando en sus tiros, por lo que llegaron a los juegos finales con ventaja para el ruso. Tras el 5-4 Khachanov sacaba para llevarse la primera manga y después de salvar una bola de break a la segunda bola de set cerraba el puño y estaba más cerca de dar la sorpresa.
Poco tardó en cambiar la dinámica del partido. Djokovic salió con otros aires a la segunda manga y rápidamente gracias a un doble break se marchaba hasta el 5-1. Khachanov no estaba pudiendo hacer frente a la solidez que de repente estaba imponiendo Djokovic. El jugador local parecía reaccionar y en tan solo 31 minutos se llevaba la segunda manga por un contundente 6-1.
El público animaba a su jugador y es que era el gran favorito en el último set. Comenzó tal y como había acabado la segunda manga, con una marcha más y por eso era capaz gracias a otro doble break de marcharse nuevamente hasta el 5-1. Khachanov no opuso resistencia y finalmente después de perder el octavo juego del tercer set en blanco se acababa despidiendo de Belgrado después de haberse llevado un primer set y estar cerca de la sorpresa.