El tenista canadiense charló con la web oficial de la ATP donde reconoció que no es ajeno a parones como el que ha tenido el circuito ATP en los últimos seis meses a causa del coronavirus. Lastrado por las lesiones durante casi toda su carrera, Raonic ya sabe de sobra cómo afrontar un regreso tras mucho tiempo sin jugar.
Poco a poco, el circuito ATP va volviendo a la normalidad tras el parón por seis meses a causa del COVID-19. Sin embargo, si existe un jugador acostumbrado a lidiar con este tipo de cosas, ese es Milos Raonic. El canadiense ha conocido de sobra el lado más amargo de este deporte y sabe lo qué se siente al estar varios meses alejado de las pistas por culpa de las lesiones. De ahí que este parón no haya resultado tan duro para él como para el resto de compañeros del circuito.
Todas estas duras experiencias en forma de lesiones le han servido al de Podgorica para afrontar esta anómala situación con más paciencia y perverencia que otros muchos jugadores. Prueba de ello fue la final que cosechó en el torneo de Cincinnati, el primero que se disputó tras el confinamiento, y en el que sólo el actual número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, le impidió sumar su primer Masters 1000 como profesional. Pese a caer en la segunda ronda del US Open frente a su compatriota Vasek Pospisil, Raonic ya tiene puestas sus miras en la reducida gira de tierra batida que ha dado comienzo este pasado lunes con la disputa del Masters 1000 de Roma, torneo en el que ayer mismo derrotó al francés Adrian Mannarino en su debut.
En declaraciones a la web oficial de la ATP, el actual número 18 del mundo reconoce sentirse acostumbrado a este tipo de parones y a tener que comenzar varias veces de la nada como consecuencia de los constantes problemas físicos que ha sufrido a lo largo de su carrera.
Beneficios de las lesiones
«El primer partido siempre es como si te subieras a una montaña rusa, lleno de altos y bajos, pero todo el mundo se encontró en la misma situación. Desde mi punto de vista, el beneficio de haber estado lesionado tantas veces es que he tenido que comenzar de la nada en muchas ocasiones. He pasado por esto cada seis meses, así que sé perfectamente lo que tengo que hacer para volver a mi mejor nivel lo antes posible».
Trabajo duro para volver en forma
Con la final que cosechó en Cincinnati, el norteamericano volvió al top20 del ranking ATP por primera vez desde agosto del pasado año. Fue su primer torneo desde Delray Beach en febrero, donde cayó en semifinales ante el estadounidense Reilly Opelka. En sus tres primeros partidos en Cincinnati, Raonic derrotó consecutivamente a Sam Querrey, Dan Evans y Andy Murray sin ceder un sólo set. Luego, en cuartos de final, salvó un punto de partido ante el serbio Filip Krajinovic para citarse en semis frente al griego Stefanos Tsitsipas, al que también despachó por la vía rápida.
«He trabajado muy duro durante el confinamiento. Estoy agradecido de haber logrado resultados tan buenos tan rápido, pero no ha sido cuestión de suerte, ha habido mucho entrenamiento detrás. Tengo que estar satisfecho hasta ahora, y espero que sea algo que pueda mantener durante más tiempo».
La ausencia de público no es un problema
Se trata, sin duda, de la diferencia más notable en este regreso a la actividad. Pese a jugar y entrenar a puerta cerrada, Raonic no ha perdido un ápice de concentración, dando el mismo valor a los partidos que el que tenían antes de la pandemia.
«Sigue habiendo nervios. No estás muy seguro de cómo jugarás ese primer partido, ese primer set o ese primer juego. Puede haber muchas cosas que salgan mal, pero lo que tienes que hacer es concentrarte y pensar que al otro lado de la red habrá otra persona que esté con el mismo problema. Tienes que controlar los pequeños detalles tanto como sea posible. Yo simplemente trato de trabajar al máximo en ello y creo que eso es lo que me ha permitido mejorar ciertos aspectos de mi juego un poco. Espero continuar así«.