Arrancó el Australian Open y ya tenemos a los ocho mejores juveniles en Melbourne: Feldbausch, Zhou, Blockx, Fonseca, Berkieta, Gea, Tien y Radulov. Todos ellos por el mismo objetivo, levantar su primer Grand Slam.
Kilian Feldbausch vs Yi Zhou
El suizo, ya con recorrido en profesionales, sabe lo que es estar en esta instancia. El año pasado alcanzó las semifinales y pisó los 4tos de final en 3 de los 4 Grand Slams. Claro favorito a llevarse el torneo o, por lo menos, estar en la final. Su rival será Yi Zhou, probablemente la sorpresa del evento. Sin experiencia en Grand Slam, el chino intentará dar el golpe ante el primer sembrado. A su favor: un récord de 59-14 en pistas duras, que eso podría inclinar un poco la balanza.
João Fonseca vs Alexander Blockx
Final anticipada se podría decir. Dos jugadores con un potencial de locos y que además, esta semana están compitiendo juntos en el dobles. El Sinner brasileño quiere seguir volteando muñecos pero la va a tener difícil con el belga, que apenas dejó 15 games en el camino. Pronóstico reservado, pero si tienen la oportunidad, no se pierdan este partido porque ambos juegan un montón.
Tomasz Berkieta vs Arthur Gea
Soberbio torneo del polaco Berkieta en su primer GS. Sin ceder sets y jugando a un altísimo nivel. Del otro lado tendrá al francés Gea que llega dulce tras coronarse en el Eddie Herr el mes pasado. ¿Será este el Major de Arthur? Todo indica que sí. La 2005 de Francia (con Debru y Ghibaudo) quiere llevarse todo.
Learner Tien vs Iliyan Radulov
Parejísimo duelo tendremos acá. Tien, último campeón nacional U18 de la USTA, quien compitió en el MD del US Open (le robó un set a Kecmanovic) llega como uno de los grandes favoritos. En su espalda ya cuenta con una final profesional y con una experiencia que le viene bárbaro en este tipo de instancias. Pero ojo con la nueva camadita de búlgaros que está saliendo, entre ellos está Radulov, que encara el AO siendo el segundo sembrado. El año pasado lo terminó de la mejor manera teniendo buenas actuaciones en el Eddie Herr y Orange Bowl. ¿Tendremos sorpresa acá?